En la “Estética trascendental”, Kant estudia la forma a priori de la sensibilidad y la posibili-dad de los juicios sintéticos a priori en la Matemática. La sensibilidad es la facultad por la que somos afectados por las sensaciones, que producen una intuición sensible (represen-tación inmediata del objeto)
. Para Kant, hay dos condiciones que se cumplen necesaria-mente en toda sensación: espacio y tiempo, siendo la forma a priori de la sensibilidad e in-tuiciones puras. Estos juicios, espacio y tiempo, son los fundamentos que posibilitan un conocimiento universal y necesario en las Matemáticas.
En la “Analítica transcendental” Kant muestra la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la Física a partir de las formas a priori del entendimiento:
Las categorías. Para que se dé el conocimiento, a la primera ordenación espacio-temporal de las impresiones sensi–bles es necesario sumar una ordenación en categorías mediante el entendimiento. Las categorías, divididas en 12, son los conceptos puros del entendimiento que, aplicados a las impresiones, permiten al entendimiento pensar los fenómenos; sin esta unificación solo habría un conjunto de impresiones sensibles inconexas y desarticuladas. Estas cate-gorías son formas vacías que deben llenarse con los datos del conocimiento sensible. Sin los conceptos, la Física,al utilizar conceptos previos a la experiencia a la que se aplican no podría ser una auténtica ciencia, por lo que su validez es previa a toda experiencia.
Con esto, resulta que nuestra experiencia del mundo procede de la actividad sintetizada de la sensibilidad y el entendimiento. Al resultado de la síntesis de la intuición y el concep-to Kant lo llama fenómeno (modo como el objeto se le ofrece al sujeto); éste se contrapo–ne al noúmeno (la “cosa en sí” que el humano no puede conocer al no permitírselo su es-tructura cognoscitiva). Las categorías solo pueden aplicarse a los fenómenos previamente ordenados por la sensibilidad, al igual que las intuiciones puras del espacio y el tiempo sólo podían aplicarse a sensaciones. Por tanto, sólo es posible un conocimiento científico dentro del campo de la experiencia sensible.
En “Dialéctica trascendental” Kant estudia si son posibles los juicios sintéticos a priori en la Metafísica mediante la razón.
Muestra que la razón, cuando piensa, aplica las catego-rías a realidades que están más allá de la experiencia sensible, el objeto de estudio de la Metafísica: “alma”, “mundo” y “Dios”. Aquí se da un límite del conocimiento, ya que a esos conceptos sólo podemos referirnos como ideas de la razón puras, lo que la razón encuen–tra cuando busca un fundamento incondicionado de la realidad (Dios), del conjunto de nuestras impresiones (mundo) y de nuestros procesos mentales y psíquicos (alma), pero al no haber en ellas juicios sintéticos a priori, la Metafísica es imposible como ciencia. Para Kant la Metafísica será una disposición natural del ser humano que solo puede acallarse en las ideas de la razón, que aunque no pueden ser objeto de conocimiento, regulan el pensamiento y son necesarias para la vida práctica del hombre. Estas ideas regulativas llevan a Kant de la pregunta ¿qué puedo conocer? a ¿qué debo hacer?
Kant buscó las condiciones que han de darse para que una conducta sea moralmente vá–lida, lo que constituye la razón práctica, que en vez de formular juicios como la razón teó–rica, formula imperativos. Kant aclara que la conducta moral no es aquella que se justifica por estar orientada a un fin, sino aquella que no cambia por el hecho de que sea o no ventajosa para el sujeto. Así, la decisión moral es aquella que no se basa en fines, siendo la que asume la libertad al ser tomada con independencia de los intereses del agente. En coherencia, una norma moral debe valer independientemente de cuáles sean los fines que persiga el agente en cuestión, siendo universal y necesaria, para todas las personas sin excepción, pudiendo ser aceptada por todo ser racional posible, Para Kant, la tradición ética anterior formulaba éticas materiales:fijan cierto fin como bien supremo del hombre y normas de lo que hay que hacer para alcanzarlo; son empíricas y a posteriori, al estar su contenido extraído de la experiencia y ser posterior a ella; son hipotéticas, al depender su validez de que se cumplan ciertas condiciones, y son heterónomas, ya que sus normas se dan desde fuera del sujeto. Kant busca una ética formal: no presupone ningún fin determi–nado ni sus normas tienen ningún contenido concreto