Simone de Beauvoir: Ontología, Ética y Política de la Condición Femenina

Introducción

A lo largo de la historia, el problema de la mujer se ha entendido de manera política. Por eso, durante la primera ola, las mujeres lucharon por sus derechos políticos mediante reivindicaciones. Este texto realiza un análisis filosófico ontológico y ético-político, buscando un cambio con responsabilidad moral que convierta al objeto-mujer en sujeto. Se rechazan todas las teorías esencialistas, ya que, como afirma Simone de Beauvoir, «La mujer no nace, se hace», mostrando así su perspectiva existencialista. Así pues, se presenta contraria a Platón. El ser humano es un sujeto libre, que se construye a sí mismo mediante sus decisiones, con las que logra trascender.

La Dialéctica Amo-Esclavo y la Condición de la Mujer

Se analiza el hermetismo en la dialéctica amo-esclavo de Hegel, en la categoría de lo Otro. Todo sujeto tiene conciencia, pero aparece otra que hace peligrar su libertad. Una se convierte en esclavo y la otra en amo, pero ambos operan la inversión. La mujer se presenta como el Otro, mientras el hombre es el Uno. El ser humano es un mitsein, un ser-con-otros. Pero la relación entre ambos sexos no lo es. Todo sujeto es un «sujeto situado», ya que está en un contexto en el que tiene que decidir, siendo el de la mujer la biología y el patriarcado, que le impide ejercer su autonomía y la realización de la trascendencia. Entonces, la existencia se degrada y se cosifica, cayendo en la inmanencia.

Si un sujeto es degradado de manera consciente, es mala fe; y es opresión si la falta de libertad es provocada por otro. Ellas son oprimidas mediante la cultura.

Críticas al Psicoanálisis y al Materialismo Histórico

El psicoanálisis reduce al ser a la sexualidad, olvidando que este no es el único de los aspectos de la existencia humana. Desde el materialismo histórico, Engels se basa en un contexto prehistórico de la humanidad en el que se evidencia la menor fuerza de la mujer e inferioridad. Conforme pasa la historia, el hombre coge afán de extender sus dominios y propiedades, haciéndolo también sobre la mujer, convirtiéndola en propiedad, y no en su totalidad.

La Relación Conflictiva entre Conciencias

La relación entre sujetos, conciencias, es conflictiva, ya que ambos intentan afirmar su libertad y, aunque parta de la reciprocidad, si uno se impone sobre el otro, lo acaba oprimiendo, reduciéndolo a alteridad. Existen dos factores que hicieron que el varón se impusiera sobre la mujer: el biológico de la jerarquía de los sexos y la exclusión de la mujer en el sistema productivo.

El Prestigio de la Mujer y la División del Trabajo

Según el primero, el prestigio de la mujer hasta la edad de los metales está vinculado al misterio de la naturaleza, ya que el del hombre era diferente. Los hombres utilizaban su fuerza para buscar comida y cazar, mientras que la mujer se especializaba en faenas de reproducción y cuidado. El hombre llevaba proyectos que afectaban al grupo, yendo así más allá de su condición animal y descubriendo y creando, obtiene el reconocimiento de la mujer, sintiéndose así Sujeto. La mujer mientras tanto queda relegada a la maternidad no elegida que la ata.

El hombre va descubriendo causalidades con el manejo de utensilios y las mujeres tienen que invertir su tiempo en la maternidad, permitiendo de esta forma al varón ser Sujeto soberano mientras que la mujer queda relegada a la alteridad y al no poner la mujer ningún obstáculo se convierte en alteridad absoluta.

La Exclusión de la Mujer del Sistema Productivo

El segundo factor es la exclusión de la mujer en el sistema productivo. Podría haber sido una situación diferente si la producción requiriera un esfuerzo a medida de las mujeres. El detonante es la inferior fortaleza física de la mujer, pero esto sólo no explica el origen de la opresión, por tanto, el materialismo histórico está incompleto ya que hay otras razones. Esta situación de inferioridad física y vínculo con la naturaleza han sido aprovechadas para excluirla de la igualdad, siendo su ayuda sustituida por mano de obra esclava. Así, el hombre realiza su trascendencia y devalúa la maternidad. Entonces, la mujer es recluida al hogar por su condición biológica impidiendo su trascendencia y así recae en la inmanencia opresiva de su alteridad.

La maternidad es sagrada porque está vinculada con la vida, pero si arriesgas la vida significa que eso es más importante que la vida, y por tanto que la maternidad, así el hombre la consigue devaluar al arriesgase cazando o combatiendo. Entonces muestra su superioridad, y se observa que el factor cultural ha permitido al varón ser el único sujeto de la sociedad patriarcalizada reduciendo a la mujer a situación de invisibilidad y absoluta alteridad.

El Papel de los Mitos en la Perpetuación de la Inferioridad

Los mitos mantienen su situación de inferioridad ya que el varón los moldea según sus intereses. La sociedad patriarcal los moldea para justificar y mantener el privilegio mostrando a la mujer pasiva, cosificada y consentidora de su situación (mala fe). En la cultura mitológica cristiana Eva nace de un hueso de Adán, leyendas modernas sobre la virginidad se sustentan por intereses de orden económico, llegar virgen al matrimonio, creencias entorno a la menstruación, por eso el hombre siente horror a la sangre roja, porque le recuerda que él también es naturaleza y conciencia, la ambigüedad humana.

La mujer cumple el doble papel: naturaleza, ella es fuente de vida pero de pasividad, el la semilla y ella la tierra; y semejante ya que la mujer es la conciencia que necesita el varon para reconocerse como conciencia y afirmar su autonomía. En los mitos ella asume la condición aceptando así ser sumisa y evita hostilidad.

Conclusión

Para conseguir una emancipación plena que será posible si las mujeres tienen libertad sobre la maternidad, compartir tareas, autonomía e independencia económica, igualdad laboral y una educación igualitaria gracias a un sentimiento de colectividad y una revolución. Así consiguirán reconocimiento recíproco que acabará con relaciones igualitarias, relaciones de fraternidad: diferencias en la igualdad. «Cuando por fin sea posible a todo ser humano colocar su orgullo más allá de la diferencia sexual, la

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *