¿Qué es un Sistema Normativo?
Un sistema normativo es el conjunto de reglas, pautas o leyes que regulan el comportamiento. Se llama sistema porque presenta una serie de normas y de valores relacionados entre sí, que deben mantener una coherencia para ser eficaces y justos. Los sistemas morales proponen un modelo de ser humano, un modelo de comportamiento y un modelo de sociedad. La naturaleza está regida por leyes naturales; el resto de los animales nace programado para actuar de determinada manera, pero el ser humano, que es inteligente y libre, tiene que decidir su conducta y organizar sus modos de convivencia. Todas las sociedades admiten e imponen códigos de comportamiento que sus miembros tienen que obedecer. Estos sistemas normativos se han ido formando a lo largo de complejos procesos históricos, y se transmiten mediante la educación. Las normas de conducta se aprenden e interiorizan durante el periodo de socialización. Estas normas pueden ser de distinto tipo:
Tipos de Normas
- Usos, costumbres o hábitos: se trata de normas, generalmente no escritas, que regulan las relaciones humanas basándose en la tradición o en las costumbres de los miembros de esa comunidad. Dichas normas obligan a su cumplimiento por la presión social que ejercen, pero no pueden imponerse por la fuerza; un ejemplo son las normas de cortesía o las tradiciones populares.
- Leyes jurídicas: son aquellas normas que se recogen en los códigos jurídicos que toda sociedad desarrollada posee, y que regulan distintos aspectos de la vida social. Establecen obligaciones explícitas y proponen sanciones para quienes las incumplan.
- Leyes morales: también regulan la convivencia, pero no se imponen normalmente por procedimientos coactivos sino por convencimiento personal o por presiones sociales, como los sentimientos de vergüenza o culpa.
- Leyes éticas: con el nombre de ética designamos una moral universalmente válida y que, por ello, ha de fundarse en argumentos basados en las necesidades comunes a toda la especie humana y aceptables por cualquier inteligencia suficientemente informada. Su objetivo es lograr un modo de vida acorde con la dignidad de todos los humanos, gracias al reconocimiento de una serie de derechos y al cumplimiento de una serie de deberes. Son de obligado cumplimiento para lograr la convivencia, pero se basan en la convicción personal, en la fuerza de la razón.
Moral, Ética y Derecho
Otra forma de agrupar los sistemas normativos expuestos es atendiendo al modo en que pueden ser impuestos:
- Los que recurren a algún tipo de coacción externa, y pueden imponerse por la fuerza, si fuera preciso; como las normas jurídicas, de las que se ocupa el derecho.
- Los que apelan a imperativos de conciencia moral, internos, sentimentales o racionales, como las normas morales y éticas.
La separación entre los sistemas normativos no es absoluta. Las costumbres tienen fuerza de ley en muchas sociedades, y los códigos jurídicos no son independientes de la moral, sino que se basan en ella. Según el código civil español, por ejemplo, las fuentes del derecho son la ley, la costumbre y los principios generales, que son normas morales. En Europa, durante muchos siglos no hubo separación clara entre los preceptos morales religiosos y legales, aunque en este momento están claramente separados. Hoy en día, en algunos países musulmanes la norma religiosa (sharia) es también norma jurídica: por esa razón, las consideradas faltas morales son castigadas por tribunales de justicia. Podemos considerar un progreso la separación clara de distintos sistemas normativos.
¿Qué es lo Bueno?
¿Qué es lo bueno? Y ¿Por qué he de hacer lo bueno? Son las dos preguntas básicas que debemos hacernos desde el punto de vista moral. Hay distintas teorías filosóficas acerca del bien:
- Las éticas de la felicidad: han propuesto distintas concepciones de lo bueno: lo que produce placer, lo que es útil para mayor número de personas, lo que nos permite perfeccionar nuestra naturaleza, lo indicado por la ley natural, lo que pensamos juntos es bueno.
- Las éticas del deber: consideran que lo bueno es seguir la norma justa, sin mencionar para nada la felicidad.
Es difícil ponerse de acuerdo en el contenido concreto de la felicidad individual. Los proyectos privados pueden entrar en conflicto. Por eso las sociedades necesitan establecer valores, normas y modos de vida compartidos que permitan resolver esos enfrentamientos y hacer compatibles las aspiraciones a la felicidad. Afortunadamente, el acuerdo que no podemos conseguir en el campo privado lo podemos alcanzar en el social. En la pugna entre distintos modelos de convivencia y de organización de la sociedad, se ha ido imponiendo el que defiende los derechos individuales, la participación en el poder político, el rechazo a la discriminación (es decir a las desigualdades no justificadas), la racionalidad como mejor modo de resolver conflictos, la función social de la propiedad, las seguridades jurídicas que nos defiendan de la arbitrariedad, y las políticas de ayuda que protejan a los débiles. En consecuencia, podemos considerar como buenos los comportamientos que ayudan a realizar ese modelo de convivencia y malos los contrarios.