Sociedad y Estado
Las definiciones de sociedad y Estado son varias y no siempre coincidentes. El Estado se puede entender como:
- Una forma de organización política que divide a la sociedad en gobernantes y gobernados.
- Una entidad vinculada a una comunidad concreta, con la obligación de establecer criterios de pertenencia, diferenciando entre nacionales y extranjeros.
- Generalmente asociado a un territorio, lo que exige el establecimiento de fronteras.
- Un sistema político que determina la propiedad de los bienes.
- Un regulador de las relaciones interpersonales, incluyendo los tipos de familia, asociaciones y actividades.
- En los Estados actuales, todo lo anterior se explicita en un sistema legislativo.
Esto plantea un problema fundamental: si el Estado ejerce su poder sobre los ciudadanos, ¿es ese poder ejercido en beneficio de los ciudadanos o en beneficio de la propia institución?
Sociedad y Estado en la Historia
Platón y la Armonía entre Individuo y Polis
Para Platón, desde una perspectiva moral, lo mejor para el individuo es lo mejor para la polis, y viceversa. Su argumentación se basa en los siguientes puntos:
- En los seres humanos conviven tres tipos de impulsos innatos: el concupiscible, que busca el placer de los sentidos; el irascible, que anima a realizar acciones heroicas; y el racional, que impulsa a lograr el conocimiento de la realidad.
- En cada persona predomina uno de estos tres impulsos, clasificando a los seres humanos en concupiscibles, irascibles y racionales.
- Toda sociedad tiene tres necesidades: económica, de defensa y de gobierno.
- Cada tipo de persona tiene aptitudes naturales para satisfacer una de esas necesidades, de modo que las aptitudes individuales encajan con las necesidades sociales:
- A) Las personas concupiscibles se encargan de la economía.
- B) Las personas irascibles se encargan de la defensa de la polis.
- C) Las personas racionales se encargan del gobierno.
La armonía, tanto del individuo como del Estado, es absoluta. Hacer aquello en lo que uno es competente y evitar hacer aquello en lo que uno es incompetente es lo racional. Este compromiso implica atenerse a lo racional. En Platón, justicia y racionalidad son equivalentes: la justicia se logra cuando todos se atienen a los dictados de la razón, y este acatamiento convierte a la sociedad en justa. Lo justo y lo racional van de la mano.
Maquiavelo y la Crisis del Ideal Clásico
Nicolás Maquiavelo revoluciona el análisis del Estado y la política en Occidente. Propone observarlos como son y no como deberían ser. Desde esta perspectiva, se descubre que:
- Los hombres son egoístas por naturaleza.
- La naturaleza humana es constante en el tiempo, no cambia. Por lo tanto, no es realista pensar en una sociedad de hombres buenos; el Estado debe diseñarse teniendo en cuenta la maldad inherente a los hombres.
- Para conseguir sus propios intereses, los seres humanos buscan el poder a toda costa. La política no es más que el arte de conquistar y mantener el poder político, el Estado.
La política se convierte en la ciencia de la conquista y el mantenimiento del poder. Los descubrimientos fundamentales de Maquiavelo son que, para conquistar y conservar el poder, hay que usar con inteligencia el terror, para controlar las conductas, y la religión.
Desde esta comprensión, queda claro que la política y el Estado:
- Se legitiman a sí mismos por la fuerza de los hechos, en la medida en que el Estado es la razón de sí mismo. Maquiavelo es el teórico de la razón de Estado como principio fundamental de la política.
- No hay armonía entre los intereses del Estado y los de los ciudadanos.
El Contractualismo Moderno
La confrontación de intereses entre las personas debe resolverse pacíficamente a través de un pacto. El contractualismo asume que la sociedad es fruto de un pacto fundacional, un contrato entre todos los ciudadanos, en el que se acuerdan las normas de convivencia. Aunque nunca se haya dado un pacto semejante en la historia, es útil para imaginar qué normas elegiríamos si esta situación se diera realmente.
Thomas Hobbes y el Estado de Naturaleza
Para Thomas Hobbes, los hombres son egoístas y miedosos por naturaleza, de ahí su afán de seguridad. La seguridad se consigue controlando lo que nos amenaza, lo que lleva a desarrollar la industria para controlar la naturaleza y a someter a los demás por cualquier medio. Cuando la vida se rige por la naturaleza, estamos en lo que Hobbes denomina estado de naturaleza: todos tienen derecho a conseguir lo que puedan por sus propios medios, un derecho limitado en la práctica porque los otros pueden arrebatárnoslo. No hay solución ni forma de ponerse a salvo. Es la guerra de todos contra todos. La vida en estas condiciones es solitaria, pobre y corta. Sin embargo, los seres humanos pueden solucionar esta situación recurriendo a la razón:
- Darse cuenta de lo lamentable de su estado.
- Acordar entre todos el sometimiento a un tercero.
- Como el monarca promulga las leyes, no está sometido a ellas.
- Como el Estado es el único poder, la Iglesia debe someterse a él.
La soberanía reside en la voluntad del pueblo, y es esta la que instituye la forma de gobierno del Estado y su legislación.
Modelos de Relación Estado-Ciudadanía en el Siglo XX
Fascismo y Comunismo
La primera mitad del siglo XX fue una época terrible en la historia de la humanidad. Entre otras cosas, se ensayaron dos modelos de relación Estado-ciudadanía que intentaron solucionar su difícil relación: el fascismo, que identificó el Estado con la nación, y el comunismo, que lo identificó con el pueblo.
La Solución Fascista
En Europa, el fascismo tuvo varias versiones: el fascismo italiano, el salazarismo, el franquismo y el nazismo. Todos coinciden en defender un Estado totalitario como solución a los problemas que, según ellos, afectan a los Estados liberales.
- La nación no se escoge: se impone a los individuos por la fuerza de los hechos.
El Estado totalitario fascista consiste en:
- La comunidad política es la nación históricamente constituida. Pero ¿quién es su portavoz? El caudillo, cuya persona se identifica con el espíritu del pueblo. Él ostenta el poder político.