Tema 3: Sócrates y los sofistas. Un nuevo contexto cultural y nuevos problemas. Con los sofistas y Sócrates aparece en la historia de la filosofía una nueva situación. La filosofía abandona el terreno geográfico colonial y se desarrolla fundamentalmente en Atenas, núcleo cultural de la Hélade en esa época y además, se abandonan los antiguos temas de reflexión centrados en la naturaleza, para pasar a ocuparse del hombre y los problemas de la sociedad. Este cambio tiene dos razones:
- La disparidad de teorías y su incompatibilidad al tratar el problema de la physis. El problema de lo uno y lo múltiple no se resuelve y por tanto se abandona.
- Las necesidades planteadas por la práctica democrática en la sociedad ateniense, que implica la necesidad de un debate filosófico sobre los principios de la política y la ética o el comportamiento humano.
En el s.V a.n.e. en Atenas, siglo de Pericles y del esplendor de la democracia y cultura ateniense, se fue introduciendo una mayor participación ciudadana y la aristocracia de sangre fue perdiendo sus privilegios políticos. Esto fue debido, entre otras causas, a la participación de las clases más populares en la guerra contra los persas, que terminaron por solicitar su derecho de ciudadanía al haber participado en dicha guerra. La democracia ateniense vive en el Ágora y en el ámbito de la palabra, del discurso. Por el Ágora pasan todas las cuestiones importantes de Atenas y en la asamblea son discutidas y votadas. En principio tienen una característica práctica (resolver problemas cotidianos), sin embargo, remiten a cuestiones teóricas, como: qué es lo justo, o cuáles son las normas por las que debe regirse la ciudad.
Los sofistas
La aparición de la democracia en Atenas creó la necesidad de formadores que educaran a los ciudadanos atenienses en los asuntos públicos y de gobierno. Los sofistas se ocupan de ello, convirtiéndose en los referentes intelectuales de Atenas del s. V y IV a.n.e. Los sofistas formaron un grupo amplio de intelectuales, maestros y filósofos griegos, que tuvieron gran influencia y que, más que formar una escuela, compartían unos rasgos comunes como maestros de retórica y cultura general.
Fueron educadores dedicados a la enseñanza de la oratoria y de la virtud (areté), entendida esta última como triunfo personal en la buena gestión de los asuntos de la polis. Su filosofía no es especulativa, sino práctica, y refleja lo que hoy denominaríamos una filosofía de la cultura. La crisis de la democracia y sobre todo los fracasos del Gobierno de los demagogos, hizo que los sofistas adquirieran una mala prensa, de perversos relativistas, capaces de defender una postura u otra según sus intereses personales, utilizando para ello argumentaciones aparentemente verdaderas (sofismas) para conseguir sus intereses.
El enfrentamiento entre physis y nomos
El término “Nomos” tiene diferentes significados: opinión colectiva o ley de un grupo social. Pero se entiende como aquello que se opone claramente al término “physis” (naturaleza) y no es producto de ella. Se realizará una crítica de la cultura, entendida ésta, como aquello que no es producto de la naturaleza. Los sofistas consideraron el Nomos como creación humana. Esto fue debido a un conjunto de factores:
- El contacto con otras culturas.
- La experiencia ateniense en el cambio de legislaciones.
- La falta de fundamento natural de las leyes.
Ciudadano Sócrates, o el irónico suicida
Contra el relativismo, las verdades universales. La vida de Sócrates no fue solo una lucha contra el individualismo egoísta de los sofistas mediante un compromiso personal y vida ejemplar, sino también un intento por refutar la base teórica en la que se sustentaban tales actitudes. La tarea que se propone Sócrates es, no solo llegar a definiciones consensuadas sobre qué es la justicia, sino que, mediante tal acuerdo, podamos llegar a una definición objetiva de valores Morales como por ejemplo la justicia. La existencia de verdades universales son alcanzables mediante la definición. Esto es posible si tiene su apoyo en un hecho: la utilización de definiciones generales.
Para alcanzar esas verdades universales seguimos varios pasos:
- La ironía.
- La mayéutica.
- La definición.
Contra la virtud como éxito, la virtud como sabiduría. La identificación que los sofistas habían realizado de la virtud con el éxito social, o el éxito en los asuntos públicos, esto le repugnaba de forma insoportable a Sócrates y Atenas era considerado por él como la responsable de ese individualismo egoísta y falta de compromiso con la ciudad. Sócrates va a identificar la virtud con la sabiduría. Sólo el que conoce lo bueno, puede llevarlo a cabo.
La búsqueda de la definición, no tiene simplemente un sentido de conocer por conocer, sino que tiene una dimensión práctica. Sócrates está plenamente convencido de que solo se puede ser justo si se conoce la justicia. Solo el que sabe puede hacer bien las cosas. Por lo tanto, solo puede ser justo quien conoce la justicia y solo el que conoce la justicia puede realizar acciones justas. El reconoce la justicia no puede obrar injustamente, ya que según Sócrates nadie obra mal a sabiendas, por lo que quien obra mal moralmente es por puro desconocimiento, es involuntariamente, ya que nadie que conozca lo que es bueno puede querer lo que es malo. Con lo cual, el mal es resultado de la ignorancia.