La Mayéutica de Sócrates
La mayéutica, que en griego significa «ayudar a dar a luz», consiste en el descubrimiento intelectual de la verdad. Completa el proceso iniciado en la ironía, ya que hace despertar en la mente del interlocutor algún conocimiento que permanecía dormido en su interior. No se trata de aprender un saber distinto, sino de despertar saberes que ya se poseían. Sócrates tenía la convicción de que el saber está en el interior. Adoptó el precepto «conócete a ti mismo» y creía en la razón como instrumento para alcanzar la verdad. Fue el descubridor de la razón y abrió el camino de la ciencia.
La Ética de Sócrates
El método socrático tenía una doble meta: educar al hombre por medio de un ejercicio constante en la búsqueda de un bien colectivo, la justicia, y en el plano individual, la consecución de la areté o virtud. Sócrates propuso una moral independiente de la tradición, ya que esa moral debía construirse en función de la racionalidad. Su punto de partida es el conocimiento del bien, ya que si conocemos el bien y lo podemos transmitir a través de la palabra, estaríamos dando un paso definitivo en el objetivo de educar seres humanos mejores. Para llegar al bien hay que pasar por el análisis y después por la sabiduría, prescindiendo del lastre de las pasiones y los deseos. Así llegamos al conocimiento del bien que produce tranquilidad y felicidad. Es decir, al bien llegamos mediante un proceso de purificación y perfeccionamiento del espíritu, y solo en la medida en que el hombre lo consigue se siente feliz. Una vez conocido el bien, hay que poseerlo, y para poseerlo hay que practicar la virtud. Sócrates identifica la sabiduría con la virtud. Conclusión: donde hay saber, hay virtud, y quien conoce el bien lo pone en práctica (intelectualismo moral).
Platón: Vida y Obra
Biografía
Platón nació en Atenas en el 427 a.C. en una familia aristocrática. Su verdadero nombre era Aristocles; Platón era un apodo que significa «ancho de espaldas». Recibió una educación esmerada en consonancia con su posición social. Inicialmente, iba a dirigir su actividad a la vida pública, pero su encuentro con Sócrates a los 20 años trastocó su proyecto. Cuando comprobó que la política ateniense era tan ciega como para condenar a muerte al hombre «más inteligente y justo que entonces conocimos», conmovido por la muerte de Sócrates, abandona Atenas con otros socráticos. Se instaló en Siracusa. A los 40 años regresa a Atenas y compra un gimnasio. Llamó «Academia» a ese local y lo convirtió en el primer centro de formación intelectual y política de la juventud griega. Entre el 367 y el 361 volvió a Siracusa con la esperanza de poner en práctica en la corte de Dionisio II el sueño ideal de su República, que ya había intentado con el anterior tirano. De vuelta en Atenas, se dedicó al cultivo de la filosofía en la Academia. Murió en el 347 a.C. Nos dejó una amplia obra escrita.
Etapas de la Obra de Platón
Los escritos de Platón se agrupan en cuatro etapas:
- Diálogos de juventud: Muy influenciados por Sócrates. Tratan temas relacionados con conceptos importantes para la cultura griega del momento (justicia, educación, valor, amistad…), en general giran en torno al tema de la areté (virtud). Destacan «Apología de Sócrates» y «Critón». También escribió algún diálogo contra los sofistas, como «Protágoras», sobre el tema de si la virtud puede ser enseñada.
- Diálogos de transición: Platón comienza a elaborar doctrinas propias con un pensamiento mucho más abstracto. Sócrates sigue siendo su personaje principal, pero cada vez su figura aparece más desdibujada. También son diálogos escritos durante la fundación de la Academia. La temática es variada, pero predomina la inquietud política. En algunos de ellos aparece la influencia pitagórica, pero Platón aborda temas más personales. En algunos aparecen los primeros esbozos de la teoría de las ideas. En «Menón» habla de la inmortalidad del alma. En «Crátilo» hace una investigación filosófica sobre el lenguaje.
- Diálogos de madurez: En ellos profundiza en la teoría de las ideas y lleva a cabo una teoría completa sobre el Estado. Recurre al mito como herramienta para explicar racionalmente conceptos filosóficos. Por ejemplo, «Fedón» y «Fedro» profundizan en el tema de la inmortalidad del alma. En República, su diálogo más extenso y ambicioso, recurre incluso al mito de la caverna para exponer sus ideas sobre el Estado tal y como lo concebía el autor en aquel momento.
- Últimos diálogos: Son críticos, escritos con un lenguaje más seco y oscuro. En ellos discute su propia teoría de las ideas y se interesa por problemas de lógica, medicina y ciencias naturales. Por ejemplo, «Teeteto», «Timeo» (sobre la cosmología), «Filebo» (un tratado de filosofía sobre el bien y el placer).
Influencias en el Pensamiento de Platón
- Con Heráclito compartía que la realidad estaba en incesante cambio, pero añade que la realidad del mundo sensible es mera apariencia.
- Al igual que los pitagóricos, concedía a las matemáticas y la geometría el rango de conocimientos superiores y liberadores. Asume otras teorías pitagóricas: el cuerpo es una cárcel para el alma, que antes vivía fuera del cuerpo en un mundo superior, y si logra purificarse mediante el conocimiento matemático, puede regresar.
- De Parménides recoge el concepto de doxa (en el Camino de la Opinión), que es la vía de acceso al mundo sensible, y el concepto de episteme (en el Camino de la Verdad), que es la vía de acceso al mundo inteligible. Lo que para Parménides era el ser, Platón lo define como las ideas; únicas, eternas e inmutables.
- De Anaxágoras recoge el nous o causa eficiente del movimiento. Platón lo llamaba Demiurgo, que viene a ser el artífice del mundo sensible, tomando como modelo el mundo de las Ideas.
- De Sócrates fue discípulo directo, y es el autor que más influyó en él. Ambos rechazaron a los sofistas por su utilitarismo y por su relativismo. También heredó de su maestro la utilización del diálogo como método para profundizar en los temas filosóficos.
La Teoría de las Ideas
En su tiempo, Heráclito había formulado la experiencia de que el mundo estaba en continuo movimiento y cambio. Esta formulación planteaba a Platón la dificultad de que todo lo que fluye apenas se puede pensar y que no podía ser objeto de la verdadera ciencia (episteme). Los sentidos nos dan del mundo imágenes en movimiento o imágenes, aparentemente estáticas, que también cambian. Por eso piensa que, frente al mundo sensible, debe existir un mundo ideal independiente de las cosas reales, al que le debemos dirigir una mirada diferente de la que nos proporcionan los ojos.