Los sofistas aparecieron en el s.V a.C. Con ellos surgieron la educación y las primeras técnicas pedagógicas, y van de ciudad en ciudad enseñando (como la etimología de su nombre indica). Enseñaban como tener éxito en la vida social de la polis, y cobraban por sus servicios, porque su labor era de gran importancia en un mundo en el que el centro de la polis era el ágora y la libre discusión.
Platón aprovecha esto para criticarlos en sus escritos, lo que hace que aún en nuestros días “sofista” siga siendo un término peyorativo. Pero no era del todo era así, no eran tan interesados como se pinta, además de que no eran solo apariencias sino que sabían muchas cosas. Los sofistas consiguieron llevar el conocimiento a todo el pueblo y no solo a las clases aristocráticas (como Platón).

Se fueron especializando en ciencias humanas y sociales, lo que comportó una postergación de la idea de physis a un segundo plano. Zeller y otros calificaron esto como un fracaso de los presocráticos en sus labores de enseñanza y creen que esto provocará un escepticismo en sus sucesores acerca de la capacidad de conocer una verdad indubitable sobre la realidad, pero eso no resulta así, porque sus sucesores no fueron más escépticos ni pierden nada, sino que lo ganan todo (incluida la filosofía) Se cree que este cambio es debido a factores económicos y sociopolíticos como la conexión entre ciudades que permitía la interacción entre sus culturas, o las guerras. Se sustituye la filosofía especulativa por otra en la que se enseñan las leyes, la moralidad, la lengua y la retórica.

La enseñanza sofista ofrece una nueva visión de los problemas morales y políticos en la que se sustituye el antiguo y absoluto respeto y amor por las leyes y las normas, por una nueva concepción en la que, al haber mucha variedad de leyes y normas, se aplica de forma variada una u otra dependiendo de la situación. Se ha llegado a llamar a la tarea realizada por los sofistas una Ilustración Griega en la que esta obliga a replantearse todas las cuestiones sobre el ser humano.   Hubo mucha gente como Sócrates (que principalmente criticó a Protágoras y a su forma de dañar las almas de quien le escucha) que rechazaba el trabajo sofista. Lo que de verdad buscaban los sofistas  era el triunfo retórico en los enfrentamientos y acceder al poder político. Por ello, aunque compartía rasgos con ellos, no se incluye a Sócrates en los sofistas.

Con Sócrates, Atenas se convierte en el centro filosófico del mundo. Sócrates no escribió ningún libro porque pensaba que cada uno lleva dentro de él su propia filosofía. Sócrates casi solo trataba cuestiones morales. Sabemos de él por escritos de otros. Aristófanes se burló de él y lo comparó a los sofistas, mientras que Aristóteles dice que ha sido una gran contribución a la filosofía y destaca su identificación de virtud y saber. Platón es el que más escribe sobre él (fue su maestro 8 años) en sus diálogos de juventud y madurez hasta el punto de que no hay una frontera nítida entre las ideas influidas por Sócrates y las propias de Platón.

Sócrates se centra en lo moral, y entendió la filosofía como un continuo “someter todo a examen” para alcanzar la auténtica verdad y cuestionarse sobre la verdad y la maldad, y la justicia y la injusticia. Pretendía que cada uno sacase de sí mismo las respuestas as sus propias preguntas. El ir promulgando sus ideales le trajo muchas enemistades y la condena a muerte.

Aunque los demás filósofos ya habían contribuido al “giro antropológico” de la filosofía, Sócrates hizo un gran avance al igualar la moralidad y la filosofía. En los diálogos de juventud platónicos, Sócrates se cuestiona el tema de la virtud reiteradas veces, y Aristóteles le elogia por sus definiciones esenciales en cuestiones morales. Al estar estos diálogos incompletos, sin llegar a una conclusión, entendemos que para Sócrates no existen respuestas fijas, y que la verdadera filosofía y la verdad moral están en plantearse y examinar todo, sin contentarse nunca con una respuesta.

Aun así, Sócrates reconoce la existencia de valores inamovibles de la moral, y Platón, en su teoría de las ideas intentó caracterizar la esencia y el estado ontológico de esos entes morales. Los estoicos vieron en Sócrates la prefiguración de su propia ética. Pero sin embargo la mayor atribución de Sócrates es la identificación de la virtud y el saber. Para Sócrates el saber supone purificación, entrega total del alma a su propia verdad. Para Sócrates la ciencia controla al hombre, le encuentra sentido a su vida y le proporciona felicidad, le motiva y le determina. Todo el que no la practique será un ignorante, y esto le llevará a cometer malos actos. Es un saber que nos hace diferenciar el Bien del Mal, y saber dónde reside el verdadero placer. Luego Platón identifica el Bien con la Verdad y al gobernante Sabio con el Justo; para los estoicos, Sócrates era todo eso, un hombre plenamente virtuoso, justo y bueno.

En el diálogo platónico de El Critón aparece con gran claridad el pensamiento Socrático. Sócrates está en la cárcel próximo a su sentencia, y se le da la oportunidad de escapar. Pero examina si “es justo” que se escape, ya que esto para él no depende de la opinión de la mayoría, la cual siempre suele ser falsa. Si es injusto que escape, acepta sin problemas la muerte. El escapar sería traicionar el convenio ciudadano sobre las leyes y su fundamento, y se debe tener aprecio y respeto hacia esas, más incluso que a los propios padres, por lo que en todo caso se puede intentar convencer a la autoridad, pero nunca desobedecerla. Sócrates estaba de acuerdo con las leyes de Atenas, pero si alguien no lo estuviese se le permitiría ir a otra colonia, como Creta o Esparta (cuyas legislaciones Sócrates elogió).

Monismo, puesto que todo es physis, la sustancia primera, es aire. Cosmológico porque todo esta constituido por aire, y de la sustancia puesto que el aire es physis.

Tales de mileto

El aire nace de la physis, que es la sustancia primordial, y esta es inagotable y produce el aire el fuego y la tierra. La naturaleza nace del agua. En un carácter analista y crítico todo nace del agua y se convierte en agua. Entonces el agua es cuanto al primer principio, es la physis.

Anaximandro de Mileto

El aperión es el principio y causa de todas las cosas existentes, sin límites. Lo homogéneo se separa de lo heterogéneo para juntarse con lo homogéneo, de esta manera, nada se genera, sino que ya estaba en ello con anterioridad.

Anaxímenes de Mileto

Del mismo modo que nuestra alma, siendo aire mantiene nuestra unidad y nos rige, también un aliento y un aire circundan y sujetan al mundo. Agua y aire son sustancias con cualidades definidas, mientras que el áperion es lo invisible que lo envuelve todo y lo delimita. A partir del aire se producen por condensación el agua y la tierra, y por rarificación el fuego.

Heráclito de Éfeso

La unidad del universo es la unidad de las formas opuestas entre sí, llevada a cabo mediante la destrucción continua de las continua de sus diferencias. La oposición de los contrarios forma la physis, que es concebida como  una continua transformación.

Pitágoras de Samos

Las matemáticas como arma de articulación entre alma y cuerpo, naturaleza y espíritu. El número era considerado como el principio de todas las cosas, y el universo como un  sistema armónico de números.

Empédocles de Agriento

Afirma que hay cambio y separación entre elementos, y que los elementos que cambian son eternos. Son varios y enfrentados entre si. Nada es de una sola naturaleza, sino que es una mezcla o separación de lo mezclado, es el hombre el que lo llama naturaleza. El aire, el agua, la tierra y el fuego son las raíces fundamentales de todas las cosas.

Anaxagoras de Clazomene

Era un racionalista integral, el más científico de su época. Delimita desde el principio los elementos de los que parte, y las leyes que utiliza, recostruyendo con ello el mundo en su totalidad, de tal manera que todo permanece siempre igual. Existen tantas sustancias diferentes como realidades posibles.

Demoócrito de Abdera

Distinción entre cualidades secundarias (opinión) y cualidades primarias (verdad). Los átomos no cambian ni nacen, su numero es ilimitado y su movimiento permanente. Se diferencian en sí poro sus características propias. Existe vació porque sino los átomos estarían todos compactados. Los atomos se desplazan eternamente por el espacio.