Sofistas, Sócrates y la Ética Epicúrea: Fundamentos Filosóficos y Democracia Ateniense

Sofistas y Sócrates: El Arte de la Persuasión y la Búsqueda de la Verdad

Los sofistas y Sócrates son figuras clave en la filosofía griega. Los sofistas eran personas que poseían un amplio conocimiento y lo compartían, con un enfoque particular en la enseñanza del uso del lenguaje y la persuasión. Era fundamental para ellos enseñar a utilizar el lenguaje y a convencer a través de él. Estos cobraban por enseñar. Cada sofista tenía una manera distinta de pensar, pero compartían algunos rasgos comunes:

  • Sócrates, a diferencia de los sofistas, no escribió nada, pero influyó profundamente en Platón, Aristóteles, entre otros. Platón se consideraba su discípulo y desarrolló problemas planteados por Sócrates. Sócrates fue contemporáneo de los sofistas. La democracia implica un cierto relativismo moral, ya que reúne distintas formas de ver el mundo y actuar en él. Los sofistas están más cerca de la democracia debido a su relativismo y escepticismo, que son necesarios para la convivencia. Sin embargo, Sócrates no era relativista moral y no cobraba por enseñar, ya que pensaba que la filosofía era una forma de vida y buscaba la verdad.
  • Aristóteles atribuye a Sócrates la invención de dos principios: los razonamientos inductivos y las definiciones universales. Sócrates decía que doxa es todo conocimiento no examinado de manera crítica. Sócrates se obsesionó con el conocimiento verdadero. La verdad no pertenece a nadie. Es importante no confundir lo que decía Sócrates con lo que interpretaron Aristóteles y Platón. Sócrates fue un gran educador, dirigido a todos los que buscaban la verdad.

La Ética Epicúrea: El Camino hacia la Felicidad

La ética epicúrea, según los epicúreos, muestra el camino hacia la felicidad. Este camino consiste en liberar al alma de todos los temores para alcanzar una situación de tranquila indiferencia. La moral epicúrea buscaba refugiarse en el individualismo, alejado de las preocupaciones. Epicuro predicaba la renuncia a toda actividad pública, la huida de la multitud y el retiro al Jardín de los sabios para conversar amistosamente.

El Placer como Fundamento Ético

La doctrina ética de Epicuro se basa en las afecciones del placer y el dolor que las sensaciones producen en el ser humano: el placer es bueno y el dolor es malo, por lo que todos los seres humanos, por naturaleza, buscan el placer y huyen del dolor.

Placeres del Cuerpo y del Alma

Los placeres y los dolores del alma se refieren a la parte intelectiva y poseen un carácter duradero, flexible e independiente.

Deseos Naturales y No Naturales

Existen placeres superiores e inferiores, por lo tanto, se trata de elegir de modo conveniente los placeres adecuados sin dejarnos llevar por deseos inmediatos, pues algunos placeres son fuente de dolores y ciertos dolores son orígenes de placeres.

La Democracia Ateniense: Orígenes y Características

El término «democracia» se refiere al «demos-kratos» (??????????s; demos = pueblo, kratos = gobierno). La democracia floreció en la Antigua Grecia, específicamente en la Atenas del siglo V a. C. (el siglo de Pericles). Por ello, se le denomina frecuentemente como democracia ateniense. Tuvo una vida relativamente prolongada en comparación con las democracias liberales actuales, pues puede hablarse de período democrático en Atenas desde las reformas de Clístenes alrededor de 510 a. C. hasta la supresión de las instituciones democráticas a causa de la hegemonía macedonia en 322 a. C. También hay que citar como antecedente al sistema timocrático establecido en Atenas por la Constitución de Solón en el año 594 a. C.

Atenas fue una de las primeras democracias conocidas (aunque algunas investigaciones antropológicas sugieren que los comportamientos democráticos fueron probablemente habituales en algunas sociedades apátridas mucho antes de la época de esplendor de Atenas). Otras ciudades griegas también establecieron democracias, pero no todas siguiendo el modelo ateniense, y desde luego ninguna fue tan poderosa ni tan estable (o bien documentada) como la de Atenas. Sigue siendo un experimento único e intrigante en la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo de manera personal. No obstante, la participación no era ni mucho menos universal, pero dentro de los que participaban apenas influía el poder económico, y la cantidad de gente involucrada era enorme. La opinión pública de los votantes estaba influenciada notablemente por la sátira política realizada por los poetas cómicos en los teatros.

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