Tomás de Aquino
Vivíó durante la baja Edad Media, periodo que se corresponde con el resurgir de Europa, y el nacimiento del gótico.
Es uno de los mayores representantes de la escolástica, la cual une de forma efectiva el pensamiento aristotélico y el cristiano.
A diferencia de San Agustín, defiende la diferenciación entre la fe y la razón, aunque remarca que éstas nunca pueden contradecirse, y que la fe es superior a la razón, y puede utilizarla para hallar la verdad revelada.