El Estado liberal se definió desde un principio como Estado de derecho, puesto que en él todos sus componentes estaban sometidos al imperio de la ley. El Estado liberal giró alrededor de una idea fundamental: el individuo es el centro de la actuación política, y el Estado tiene como función crear un marco legal que le permita y le garantice actuar libremente. Los individuos tienen unos derechos propios, anteriores y más importantes que el mismo Estado, y éste tiene que respetarlos al gobernar. Seguir leyendo “Evolución del Estado: Liberalismo, Democracia y Bienestar” »