Archivo de la etiqueta: tiempo

El Pensamiento de San Agustín: Interioridad, Dios y la Ciudad de Dios

Conocer a Dios según San Agustín: El principio de interioridad como camino hacia Dios

«No salgas hacia fuera, mira en tu interior. En el interior del hombre habita la verdad.» Para San Agustín, entrar en sí mismo era buscar a Dios y la hermosura de su rostro en el mismo ser del alma.

El principio de la interioridad

El principio de la interioridad de San Agustín es un tema de los más destacados. El hombre exterior es el que se caracteriza por su apartamiento de Dios, conversión y caída en sí Seguir leyendo “El Pensamiento de San Agustín: Interioridad, Dios y la Ciudad de Dios” »

Filosofías de Ortega y Nietzsche: Similitudes y Diferencias

Similitudes y Diferencias entre las Filosofías de Ortega y Nietzsche

1. Filosofía de la Vida

Ambos filósofos se encuadran en la»Filosofía de la vid», considerando la vida como la esencia última de la realidad. Sin embargo, Ortega la entiende como biografía (cúmulo de vivencias personales), mientras que Nietzsche la ve desde una perspectiva biológica como impulso instintivo.

2. Razón

Para Nietzsche, la razón no puede penetrar en la esencia de la vida, caracterizada por el cambio y el devenir. Seguir leyendo “Filosofías de Ortega y Nietzsche: Similitudes y Diferencias” »

El tiempo y la existencia en la filosofía: Aristóteles, Heráclito, Parménides, San Agustín, Nietzsche y Sartre

El tiempo

Es el concepto transversal en el desarrollo del pensamiento filosófico a través del cuestionamiento de la existencia.

La causa según Aristóteles

Postula que todo tiene una causa, y esa causa, una causa anterior, y así sucesivamente, pero que, para esto, debe haber una causa primera, es decir, una causa que no tenga causa antes que ella.

Aristóteles y el problema del movimiento

Iba en contra del concepto que tenían Platón y Parménides sobre el ser, ya que postulaba que este podía ser Seguir leyendo “El tiempo y la existencia en la filosofía: Aristóteles, Heráclito, Parménides, San Agustín, Nietzsche y Sartre” »