Teoría de la Realidad de Aristóteles: Un Análisis Filosófico

Teoría de la Realidad de Aristóteles

Tema Primero: Teoría de la Realidad

1. Percepción, Experiencia y Saber

La percepción es la única forma de conocimiento accesible a los animales inferiores, un conocimiento momentáneo y fugaz que desaparece con la percepción misma. En los animales superiores se da cierta persistencia de la percepción, se llama recuerdo o memoria. Esta memoria de las percepciones pasadas es la que permite el aprendizaje.

Este proceso tiene lugar en el hombre y su resultado es la experiencia.

La experiencia es la base de la técnica y de la ciencia, en cuanto que solo en ella se desprenden los conceptos generales. Se puede poseer la experiencia y sin embargo ser incapaz de articularla lingüísticamente de un modo comunicable, que es lo propio del técnico y científico.

El saber técnico o científico surge de la experiencia, es posible enseñarlo a otros que carecen de ella. Puesto que el saber está articulado lingüísticamente, basta con entender el lenguaje. El experto es capaz de desenvolverse perfectamente en su especialidad y capta sin dificultad lo común, mientras no sobrepase el plano de la mera experiencia sus aciertos se deberán a la rutina: acertará pero será incapaz de dar cuenta de su acierto, sabrá hacer pero no explicarlo, ni justificarlo, enseñarlo o trasmitirlo. La experiencia articulada lingüísticamente se convierte en saber: quien sabe no solo acierta sino que es capaz de dar cuenta de su acierto, lo explica, conoce su causa y lo enseña. El técnico es intelectualmente superior y más sabio que el experto.

Tipos de Saberes

El saber productivo es el saber hacer, producir o fabricar según reglas o principios y se identifica con la técnica. El saber práctico es el saber actuar, comportarse de modo óptimo. A diferencia del técnico o productivo, que siempre conduce a la producción de una obra u objeto externo, la acción del saber práctico no produce objeto alguno sino que es su propio fin. La racionalidad y la política son saberes prácticos. El saber contemplativo no responde al interés por la producción ni por la acción, sino que es completamente desinteresado y se identifica con la ciencia.

El mejor conocimiento nos lo proporcionan las percepciones. El saber, por el contrario, siempre lo es de lo universal, nunca de lo singular; el saber es explicativo, capaz de dar cuenta de sí mismo aduciendo las causas pertinentes.

División

Matemática

La matemática no estudia directamente las entidades que son lo único que existe independientemente, sino que abstrae de ellas sus rasgos cuantitativos y los estudia por sí mismos.

Teología

La teología estudia la entidad inmóvil; solo hay una entidad inmóvil: el motor inmóvil. Aristóteles rechaza el regreso a través de una serie infinita, ha de haber primeros motores o un primer motor; si el primer motor se moviese necesitaría a su vez otro motor con lo que no sería el primero. El primer motor es inmóvil. Este motor ocupa el más elevado lugar en la jerarquía entitativa aristotélica. Aristóteles le llama dios, negándole los atributos personalmente asociados con las religiones.

Física

La física estudia las entidades naturales. A diferencia de los objetos de la matemática, las cosas naturales son verdaderas entidades. Las cosas naturales son entidades móviles y cambiantes, sometidas al cambio, cosas que pueden moverse o estarse quietas. El cambio al que están sometidas les viene de dentro.

Naturaleza y Teología

Aristóteles estaba firmemente convencido de que todos los seres naturales tienden a alcanzar la perfección que les es propia. Esta convicción surgió y fue elaborada por Aristóteles; los procesos biológicos son los más difíciles de interpretar de un modo puramente mecanicista, presididos por una finalidad interna que los orienta y dirige.

Aristóteles no abandonó el espíritu del platonismo, abandonó la teoría de las ideas. Negada la existencia de las ideas, no podía ya concebirse el bien del mundo como una realidad trascendente existente fuera del mundo y que se proyecta sobre él. El bien pasó a ser interpretado por Aristóteles como el cumplimiento de la tendencia que lleva a todos los seres hacia su propia perfección.

Posibilidad

Aristóteles define la física como la ciencia que estudia aquellos seres que poseen existencia real y están dotados de movimiento. Las matemáticas se ocupan de entidades que carecen de existencia real y no están sometidas al cambio. La teología estudia aquella entidad que posee existencia real y no está sometida a movimiento o cambio alguno. Aristóteles comienza su física con una crítica de Parménides y con una defensa de la posibilidad de movimiento. Para Parménides todo cambio es imposible, equivaldría al tránsito del no ser al ser. Aristóteles introduce una notable distinción. Hay pues dos maneras de no ser algo: un ser absoluto y un no ser relativo. Lo que no es pero puede ser se halla en potencia y lo que actualmente es se halla en acto. El movimiento queda ya definido como paso o tránsito de la potencia al acto.

Clases de Movimiento

Garantizada la posibilidad de movimiento, Aristóteles procede a la clasificación del mismo distinguiendo: el cambio sustancial o cambio cuyo resultado es la generación de una sustancia nueva o la destrucción de una existente, y el cambio accidental en que no se generan o destruyen sustancias, sino que sufren modificaciones en aspectos no esenciales de su ser. Estas pueden ser de tres tipos: una puede variar de tamaño, de cualidades y de lugar.

Elementos

En todo cambio sustancial o accidental hay siempre algo que permanece a través del cambio y hay algo que desaparece. Tratándose del movimiento, lo que permanece a través del cambio no plantea problema alguno: las sustancias naturales pierden ciertos caracteres para adquirir otros. Lo que permanece es un sustrato o materia última. Esta no tiene de por sí determinación alguna, es indeterminada, no es ningún ser en particular y precisamente porque no es ningún ser en particular puede ser cualquier ente o sustancia natural. La materia se transforma, adquiere cambios, formas distintas y según la estructura se generan en cada caso distintas especies de sustancias. A partir de Parménides y para explicar el movimiento lo siguiente: el movimiento solamente podía explicarse admitiendo algún tipo de realidad. Platón buscó en las ideas y Aristóteles la situó en el sustrato o materia última.

Las Causas

Las sustancias naturales, compuestas de materia y forma. La forma es la esencia y es también la naturaleza de las sustancias, es decir aquello que determina sus actividades específicas y propias. Aristóteles considera las ideas platónicas incapaces de desempeñar estas funciones; tampoco las ideas, a juicio de Aristóteles, pueden ser la naturaleza de estas. La naturaleza ha de ser un principio intrínseco de las sustancias, como ocurre con las formas de Aristóteles y no con las ideas de Platón. La teoría aristotélica según las sustancias naturales son compuestas de materia y forma: hilemorfismo. Aristóteles considera causa a todos aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera.

Teología

Aristóteles establece la primacía de la forma sobre la materia: por encima de las formas realizadas en la materia existen formas inmateriales cuya instancia suprema es dios. La primacía del acto sobre la potencia, llegando a la afirmación de la existencia de una realidad que es acto sin potencia y ajena al cambio, es dios, motor inmóvil del universo. La teología estudia entidades reales inmóviles y la suprema de todas ellas: dios. Para Platón el conocimiento de la realidad culmina en la idea de bien y para Aristóteles el conocimiento teórico culmina en la teología, en la contemplación de la entidad primera o dios.

Aristóteles concede un valor fundamental a una disciplina de carácter general cuyo objeto de estudio es lo real en cuanto tal, una disciplina que estudia el ente de un modo universal. Aristóteles no le da ningún nombre, luego será denominado ontología. Esta carece de un lugar definido, se ocupa de ella con notable interés en su metafísica. Le corresponde el estudio de la noción de ente así como de las propiedades y los principios más generales que rigen lo real: el principio de no contradicción. Al estudiar lo real, Aristóteles muestra cómo el ente fundamental es la sustancia individual; los accidentes son de las sustancias y no existen aparte de ellas. La ontología aristotélica descubre una gradación de formas que culmina en la forma de dios.

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