CRÍTICA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS
Aristóteles no ha manifestado oposición crítica a la teoría de las Ideas cuando estuvo en la Academia. Las primeras críticas a la teoría de las Ideas se elaboran después de abandonar la Academia, cuando Aristóteles perfila su filosofía. Platón criticó la teoría de las Ideas en Parménides, y probablemente la teoría de las Ideas ha sido objeto de controversias en la Academia. Aristóteles nos dice en la «Metafísica», la simple búsqueda de la verdad. Aristóteles esta de acuerdo con Platón en que hay un elemento común entre todos los objetos de la misma clase, el universal, la Idea, que es la causa de que apliquemos la misma denominación a todos los objetos del mismo género; admitirá, que ese universal es real, pero no que sea subsistente. La teoría de las Ideas, duplica sin motivo el mundo de las cosas visibles, estableciendo un mundo paralelo que necesitaría a su vez de explicación.
Tampoco explica el movimiento de las cosas, que era uno de los motivos de su formulación. Esta teoría no ofrece ningún elemento para explicar el movimiento. Aristóteles considera que la teoría de las Ideas es imposible, ya que establece una separación entre el mundo visible y el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y aquello por lo que una sustancia es, su forma o esencia.
Las Ideas,representan la esencia de las cosas, aquello por lo que las cosas son lo que son. En esta crítica a la teoría de las Ideas se vislumbran fundamentos de su metafísica.
TEORÍA DE LAS 4 CAUSAS
En el libro I de la Metafísica, Aristóteles presenta las 4 causas habladas en la Física:la causa formal, la material, la eficiente y la final. Los primeros filósofos, los milesios, se ocuparon de la causa material, al buscar el arjé o primer principio material del que procede toda la realidad; esa misma causa fue afirmada por Heráclito o Empédocles. Empédocles y Anaxágoras, buscaron la causa eficiente para explicar el devenir de la realidad, que identificaron con el Amor y el Odio el primero, y con el Nous o inteligencia el segundo. La filosofía de Platón trata la causa formal, representada por las Ideas, que al dotarlas de existencia subsistente, las separara de las cosas de las que son forma o esencia. Respecto a la causa final ningún filósofo la trató explícitamente, según la opinión de Aristóteles, por lo que se presenta a sí mismo como innovador al respecto.
TEORÍA DE LA SUSTANCIA
La sustancia es en Aristóteles la forma privilegiada de ser. La sustancia es el individuo concreto y particular, lo que ordinariamente llamamos «cosas» u «objetos».Frente a la irrealidad de las Ideas, el verdadero ser, la sustancia,adquiere las carácterísticas de la experiencia aunque, sin perder por ello la referencia a lo universal, a la esencia. En la medida en que definimos un objeto, lo conocemos, por la esencia, ésta puede ser llamada también sustancia.La sustancia primera, el ser, es el individuo. La esencia, aquello por lo que conocemos el ser, es llamada por Aristóteles sustancia segunda.La sustancia es para Aristóteles un compuesto de materia y forma. Ese compuesto de materia y forma es indisoluble, no es posible separar realmente una de la otra. La materia próxima es, la sustancia de la que están hechas las cosas. La materia prima es, aquel sustrato último de la realidad. La concepción aristotélica de la materia recuerda el ápeiron de Anaximandro. Mientras que la forma representa la esencia del objeto, de la sustancia, la materia representa lo que hay de particular. La materia es lo que distingue una sustancia de otra es la materia de la que está hecha.La forma, representa su naturaleza, dado que la materia es incognoscible, por lo que hay en ellas de universal y no de particular. En la medida en que la forma representa la naturaleza, Aristóteles introducirá en la sustancia la realidad misma del cambio y, la posibilidad de explicarlo.
SER EN ACTO Y SER EN POTENCIA
Para poder explicar el cambio Aristóteles recurre a la teoría de la sustancia, que le permite distinguir la forma de la materia, y a una estructura metafísica, que distingue 2 formas de ser: el ser en acto y el ser en potencia. Por ser en acto se refiere Aristóteles a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de capacidades o posibilidades de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente es.