Teoría de las Ideas
Platón, filósofo ateniense del siglo V a.C., desarrolló una Teoría de las Ideas, del conocimiento y una teoría ética y política. Influenciado por Heráclito, Sócrates y Pitágoras, adoptó la distinción de Parménides entre lo sensible y lo inteligible, base de su teoría.
La Teoría de las Ideas de Platón responde al problema de conciliar el principio heracliteo del cambio constante con la convicción socrática de la búsqueda de lo esencial. Lo esencial no puede estar en la naturaleza cambiante, sino que subsiste separado de las cosas que nacen y mueren.
Platón llamó Ideas a las esencias que subsisten separadas de las cosas. Las Ideas son visiones que subsisten por sí mismas y son susceptibles de contemplación por medio de la razón. Esta separación entre Ideas y cosas lleva a Platón a distinguir entre dos mundos: el mundo sensible y el mundo inteligible.
El mundo sensible se refiere a lo aparente y cambiante, cuyo conocimiento solo aporta opinión. El mundo inteligible, sin embargo, se refiere al mundo de las Ideas, separado y cuyo conocimiento, su contemplación, aporta el verdadero conocimiento. A pesar de esta distinción, Platón observa una relación de semejanza entre cosas e Ideas, ya que lo sensible participa de lo inteligible y lo imita.
Para explicar el origen de la semejanza, Platón recurre a un dios (Demiurgo) que forma el mundo físico utilizando una materia eterna y las Ideas como modelo. Así, Platón transmite una visión artificial de las cosas y una visión eterna e incondicional de las Ideas.
Las Ideas son el ser, y como estableció Parménides, pensar y ser son lo mismo. Teniendo en cuenta la identificación platónica del ser con el bien, podemos concluir que en la medida en que algo es, es bueno y verdadero.
Las cosas participan de las Ideas, pero también las Ideas participan unas de otras conforme se acercan a la Idea de Bien, que proporciona belleza e inteligibilidad a todas las demás. Quien alcanza la cima del saber comprende que es el Bien en sí y su vida se transforma. Tras contemplar la Idea de Bien, el hombre ya no puede obrar mal y estará en condición de gobernar.
La Teoría de las Ideas es el núcleo del pensamiento platónico maduro e incluye una ontología (dualismo de la realidad), una epistemología (el verdadero conocimiento se adquiere por medio de la contemplación de las Ideas), una teoría ética y una teoría política (solo quienes contemplan la Idea de Bien obrarán rectamente en su vida pública y privada, donde también se incluye el intelectualismo socrático).
Teoría del Conocimiento
Platón defiende que las Ideas subsisten separadas de las cosas y que son el único objeto estable y permanente del conocimiento. Sin embargo, los humanos vivimos en el mundo físico. ¿Cómo podemos acceder a la aprehensión de las Ideas?
Para responder a esta pregunta, Platón recurre a la doctrina de la Metempsicosis, según la cual nuestra alma tiene origen divino y es eterna, por lo que se encarna en cuerpos sucesivos. Entre cada una de las existencias mortales, el alma ha tenido la oportunidad de contemplar las Ideas.
Así, Platón da una carga epistemológica a la teoría pitagórica de la inmortalidad del alma y la convierte en el fundamento de su Teoría del Conocimiento.
Las Ideas se contemplan antes de nacer, ya que son reales y solo se puede acceder a ellas mediante un conocimiento contemplativo (teórico). Conocer en sentido estricto consiste en recordar (Reminiscencia o Anamnesis).
El proceso de la Anamnesis es largo y costoso, no todas las naturalezas están capacitadas para acceder al verdadero conocimiento. Para llegar a él se necesita un guía (como dice Sócrates) y una gran voluntad por parte del hombre. En este proceso, las matemáticas actúan como saber preparatorio para acceder a la Dialéctica, la verdadera ciencia filosófica.
Para explicar el largo proceso de la Anamnesis, Platón recurre al Símil de la Línea y al Mito de la Caverna. En el primero esquematiza los cuatro niveles de conocimiento y en el segundo hace una metáfora de ese proceso.