Teoría del conocimiento
En 1781, Kant publica la Crítica de la Razón pura, su primera gran obra, dedicada a examinar el uso teórico de la razón y elaborar una teoría del conocimiento. Kant intenta discernir exactamente y armonizar lo que sabemos por experiencia, lo que conocemos a priori, y lo que aporta el sujeto; es decir, busca una síntesis entre empirismo y racionalismo.
La metafísica y la ciencia
Kant analiza la situación en la que se halla la metafísica. Es un saber imprescindible para el hombre al abordar temas como la libertad o la inmortalidad. Muchos la desprecian por inútil al no poder ser un conocimiento científico. Kant critica la metafísica realizada en el pasado, pero no renuncia a ella ni a sus aspiraciones.
Hay que someter la razón a crítica, aunque dicha crítica tenga que ser realizada por la propia razón. Como modelo de conocimiento, Kant se remite a las ciencias, cuya validez considera incuestionable. ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de la ciencia como conocimiento válido? Averiguado esto, solo será necesario analizar si en la metafísica se dan tales condiciones para determinar si puede ser un conocimiento científico.
Los elementos del conocimiento
La influencia del empirista inglés D. Hume lleva a Kant a afirmar que la fuente del conocimiento es la experiencia. Kant observa que no puede ser la única fuente. El conocimiento obtenido a partir de la experiencia, según el mismo Hume, es meramente probable. Las ciencias consiguen un conocimiento necesario y universal, lo que implica otra fuente diferente de lo empírico. Esa otra fuente se halla en la misma facultad de conocer del sujeto, se trata de los elementos a priori.
El conocimiento comienza con la experiencia, pero no queda limitado a ella. Hay una combinación de dos elementos: los datos empíricos, obtenidos a partir de la experiencia, por tanto a posteriori, y lo que aporta el sujeto que conoce, que es a priori.
Una investigación trascendental
Analizar los elementos a priori del entendimiento supone una investigación trascendental, referida a las condiciones de posibilidad del conocimiento. La teoría del conocimiento de Kant descubre así un nuevo ámbito al que debe aplicarse la razón.
Ejemplos de nociones trascendentales: espacio, tiempo, sustancia y causalidad. Antes de investigar cualquier fenómeno, conocemos a priori que ese fenómeno ocurrirá en un espacio, en un tiempo determinados, que el fenómeno sucederá a algo (sustancia) y que tendrá necesariamente alguna causa. Estas nociones son a priori y no las conocemos por experiencia. Sin embargo, sabemos con toda certeza que se manifestarán en cualquier experiencia que hagamos. Son trascendentales porque sin ellas el conocimiento no sería posible.
Los juicios del conocimiento
El conocimiento se expresa en forma de juicios: afirmaciones sobre lo que conocemos. Un juicio dice algo (P) de otro algo (S). Por la relación entre sujeto y predicado, los juicios se dividen en dos clases:
- Juicios analíticos: Aquellos cuyo P está contenido en el S. La verdad de estos juicios es universal y necesaria. Ej.: un triángulo tiene tres ángulos.
- Juicios sintéticos: Aquellos cuyo P no está contenido en el S. Aumentan nuestro conocimiento. Ej.: Los raíles del tren se dilatan a Xº centígrados.
¿Qué juicios emplea la ciencia?
Son los juicios sintéticos a priori. Sintéticos: informan de propiedades en el P no contenidas en el S. A priori: los hace universales, necesarios, no meramente probables. Ej.: Los tres ángulos de un triángulo (S) suman 180º (P).
¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori?
Construimos juicios sintéticos a priori a partir de la estructura de nuestra razón, a partir de esquemas innatos que condicionan/construyen nuestro conocimiento. ¿Cuáles son esos esquemas?
Kant analiza la sensibilidad, por la cual recibimos los datos sensoriales. La sensibilidad procesa las sensaciones ordenándolas en el Espacio y Tiempo (E y T). Ambas son formas puras de la intuición sensible. A priori, porque no son empíricas. Si todas nuestras percepciones se dan dentro de ellas, es porque las ponemos nosotros, son la estructura de nuestra sensibilidad.
En el entendimiento se reciben las percepciones desde la sensibilidad, ordenadas espacio-temporalmente. El entendimiento aplica a las percepciones ciertos filtros: son las categorías o conceptos puros del entendimiento. Ej.: la categoría causa-efecto, relación en la que siempre entrarán los fenómenos que observemos.
Las categorías del entendimiento ya las estableció Aristóteles para explicar la naturaleza. La innovación de Kant estriba en considerar que estas categorías se hallan en el sujeto que conoce, no en el mundo.