Tomás de Aquino (1224-1274). La filosofía de santo
Tomás es una síntesis equilibrada, consistente en integrar la filosofía aristotélica en un sistema teológico. Es la mayor síntesis filosófico-teológica de la Edad Media. Sus dos obras fundamentales son la Suma contra gentiles y la Suma de teología.

                La Suma de teología, obra inacabada (1265-1274), se divide en cuestiones, compuestas de artículos, cuya estructura es la siguiente:

• Artículo, formulado de forma interrogativa.
• Las objeciones.
• Postura en contra de las objeciones.
• Solución de Santo Tomás.
  
• Respuesta a las objeciones.

Los artículos de nuestra cuestión cuyo objeto es la existencia de Dios, tratan los siguientes temas; el primero, refuta el argumento ontológico, el segundo hace posible una demostración a posteriori de la existencia de Dios, y el tercero, nos formula las cinco pruebas de la existencia de Dios.

La relación fe y razón.

Para el Aquinate, fe y razón son ámbitos autónomos de conocimiento.
La fe se basa en la revelación divina y se alcanza mediante la gracia, la segunda se alcanza mediante la razón humana. Por otro lado, razón y fe tienen una zona de confluencia con problemas comunes, donde la razón se subordina a la fe, siendo ampliada y completada por ésta. Este punto de intersección es el ámbito de la teología natural.

Las pruebas de la existencia de Dios.

Desde el punto de vista filosófico, santo Tomás considera necesario demostrar la existencia de Dios, ya que, a diferencia de lo que defendía San Agustín, esta idea no es innata. También critica a san Anselmo por confundir el plano de las definiciones y el plano de la realidad. Tomás de Aquino, afirma que solo es posible conocer aquello que se capta mediante los sentidos, lo que, excluye a la esencia divina.

Para probar la existencia de Dios, Tomás de Aquino, ideó unas demostraciones, a las que denominó vías (caminos). Todas las vías mantienen la misma estructura:

• Se parte de una evidencia procedente de los sentidos.
• Se aplica un principio metafísico aceptado.
• Si se niega la existencia de Dios, al aplicar dicho principio metafísico se llega a conclusiones absurdas.
• La conclusión es que Dios existe.

Las cinco vías citadas por Tomás de Aquino son las siguientes:

• Cosmológica. Observamos el movimiento de los seres vivos y del mundo. Esto nos demuestra que debe existir un primer motor que no sea movido por otro.
• Causal. Todo efecto tiene una causa, por lo que, necesariamente, debe haber una primera causa “incausada”.
• De la relación entre lo contingente y lo necesario. Si vemos que hay seres contingentes, no necesarios, obviamente debe existir un ser necesario.
• De los grados de perfección. Si existe una jerarquía en el orden de los seres, deberá existir un ser con la máxima perfección.
• Del gobierno de la cosas. Si hay un orden en el mundo, debe haber un ser supremo que lo haya ordenado.

El conjunto de las cinco vías muestra las carencias del mundo y el absurdo de postular cadenas infinitas de causas, obligando de esta manera a considerar la necesidad de la existencia de Dios.

Metafísica: esencia y existencia.

Modifica la metafísica de Aristóteles, distinguiendo entre esencia y existencia. Esto le permite acomodar más fácilmente el pensamiento de Aristóteles a las creencias cristianas en relación con la idea de creación. La distinción entre esencia y existencia tiene como finalidad mostrar, por un lado, el contraste entre la necesidad divina y la contingencia de la Creación; por otro lado, la necesidad de la existencia de Dios viene dada, por la necesidad de producir el mundo, crearlo, (la esencia de Dios consiste en existir).

Antropología.

La concepción del ser humano de Tomás de Aquino, sigue la teoría hilemórfica de Aristóteles. El ser humano se entiende como una unidad sustancial compuesta por una materia que tiene una forma, que se denomina alma. Existen tres tipos de alma; racional, sensitiva y vegetativa. Tomás de Aquino, mantiene que el alma es inmortal.

El conocimiento.

Rechaza la existencia de ideas innatas en la mente. Par S.T., la mente es una tábula rasa (una tabla limpia, sin nada) y todas las ideas que se forman en ella, se han captado anteriormente por los sentidos. Distingue dos tipos de conocimiento: sensible y abstracto.

El problema de los universales.

La solución que plantea, se encuentra a mitad de camino entre el realismo exagerado y el realismo moderado. Para S.T., los universales se dan de tres maneras diferentes: Ante rem (previos a las cosas), in re (en las cosas), post rem (posteriores a las cosas).

Ética y ley natural.

Su ética es eudemonista y reconoce que todos los seres naturales tienden a un fin, en el ser humano, dicho fin se identifica con la felicidad. Como católico que es, identifica la felicidad con la virtud, distinguiendo como Aristóteles, entre dos tipos de virtudes: teóricas y éticas.

La razón, cuando delibera respecto a un asunto moral, descubre que hay una ley natural, unos principios básicos impresos en su naturaleza. Las normas morales no son fruto de la convención y de las costumbres de cada región, sino que son el reflejo de la ley natural. Esta es una ley no escrita, universal e inmutable, que todos los humanos reconocen, a pesar de que puedan incumplirla. Las leyes positivas son una exigencia de la ley natural y han de inspirarse en ésta, carecen de legitimidad si propugnan conductas opuestas a dicha ley.

Política.

Parte de la idea de que el ser humano es por naturaleza un animal social, pero al mismo tiempo, tiene un fin trascendente. Estado e Iglesia son instituciones independientes y autónomas. El poder político y el religioso son autónomos y compatibles, pero en último término, el poder temporal está subordinado a la religión.