Teoría del Conocimiento

Conocimiento

El conocimiento es una actividad que siempre involucra a un sujeto que conoce algo (objeto). En la interpretación tradicional, el conocimiento es visto como una relación entre un sujeto cognoscente y un objeto por conocer. La perspectiva moderna, en cambio, acentúa el protagonismo del sujeto. Una de las posiciones más importantes en este sentido fue la fenomenología, que considera el conocimiento como un fenómeno que se manifiesta en la experiencia.

Escepticismo

El escepticismo apareció con Pirrón, quien consideraba que las cosas del mundo son inestables y que los sentidos y la razón no son capaces de alcanzar la verdad. La única actitud correcta que el ser humano puede asumir, según Pirrón, es permanecer sin opinión. Esta postura frente al conocimiento influye en la actitud que un sujeto o una sociedad tenga ante la vida, poniendo en duda todo sin afirmar ni negar.

Relativismo

El relativismo, que aparece con Protágoras, considera que no podemos conocer nada de manera absoluta. Todas las llamadas «verdades» son relativas, lo que determina la falta de criterios firmes para evaluar y elegir.

Dogmatismo

El dogmatismo es la actitud de confianza en verdades sostenidas, las cuales sirven de fundamento a un sistema de pensamiento, sin pasar por un examen crítico de las mismas. Toma como inamovible el conocimiento, postulándolo como una verdad sin argumento. Explica sin demostrar.

Crítica

El conocimiento requiere siempre una crítica porque las cosas no suelen ser como parecen o como creíamos que eran. Esta postura implica saber acerca de todas las determinaciones que nos afectan cuando queremos conocer. Ayuda a buscar fundamentos racionales que den cuenta de la verdad o falsedad de lo afirmado. Pone en duda todo el conocimiento, reconociendo que no todo es lo que parece.

Platón

Platón diferencia dos ámbitos del conocimiento: la doxa (conocimientos que dan nuestro asentimiento sin exigir demostración, guiándonos en la vida cotidiana) y la episteme (el verdadero conocimiento, que incluye el conocimiento matemático y filosófico). Establece una gradación en el conocimiento humano:

• El grado inferior se lo atribuye a la imaginación (eikasia), que se ocupa de imágenes y copias que tienen mayor capacidad de engañarnos haciéndonos confundirlas con un conocimiento verdadero.
• El conocimiento de lo sensible es un conocimiento de naturaleza inferior que ocupa el segundo grado (doxa). La facultad que le corresponde es la creencia o pistis, que es la capacidad de dar razón de aquello en lo que se cree.
• La matemática utiliza el pensamiento discursivo o dianoia. Este es el grado superior del conocimiento (nous).

Aristóteles

Aristóteles piensa que el ser humano tiene una sustancia primera, formada por materia (cuerpo) y forma (alma). Este es el concepto inmanentista. El ser humano es un animal político con un deseo de saber, que utiliza su memoria y conserva el conocimiento, demostrándolo a través del aprendizaje. La ciencia tiene como objetivo el saber por el saber mismo. Aristóteles llama silogismo científico a la parte de las premisas verdaderas. La dialéctica es el arte de la discusión, donde se busca conceder acerca de las opiniones que se sostienen. El razonamiento de la dialéctica no es el razonamiento científico.

Silogismo

El silogismo es un razonamiento deductivo en el cual, establecidas algunas afirmaciones (premisas), se extraen de ellas otra llamada conclusión. Puede ser demostrativo y debe cumplir con premisas verdaderas, inmediatas, mejor conocidas que la conclusión y que sean la causa de la misma. A esto, Aristóteles lo llamó silogismo científico. Las premisas son principios indemostrables. Toda ciencia parte de definiciones que ponen sentido a un término. Los axiomas son principios indemostrables que, por su evidencia, no requieren ser demostrados.

Verdad

La verdad es cuando se describe de manera adecuada la realidad.