El gran objetivo político es aplicar la racionalidad al orden social para conseguir el bien del individuo y de la comunidad. A este objetivo hay que hacer referencia a otros que impregnan las páginas de este libro, que son: su deseo de establecer un conocimiento científico válido para todos (epistemológico), su convicción de que este conocimiento debe tener identidades inmutables y perennes (ontológico) y su modelo de vida que combine el placer y la sabiduría (ético). Constituye la base de los posteriores, como la cima del pensamiento platónico. La República consta de diez libros; excepto el Libro I, nueve libros durante el periodo doctrinario o de madurez, su primer viaje a Siracusa y el segundo, concretamente desde el apartado 505a hasta el 521b. La mayor parte de problemas abordados por Platón son:
- La teoría del conocimiento platónica: el dualismo epistemológico. La Dialéctica.
- La ontología platónica: el dualismo ontológico. La teoría de las Ideas y la Idea del Bien.
- La antropología platónica y la teoría de la reminiscencia.
- La ética platónica.
- La teoría del Estado justo y del filósofo gobernante. El papel de la educación.
Tres bellas metáforas constituyen la obra platónica: la analogía del Bien y del Sol, el símil de la línea y su famoso mito de la caverna.
La teoría del conocimiento platónica: el dualismo epistemológico: Las fuentes del conocimiento
Los filósofos anteriores construyeron sus teorías sobre la razón y los sentidos: presocráticos y Sócrates, e incluso los sofistas, reconocieron que el origen del conocimiento verdadero se encuentra en la razón. En cambio, Platón distingue idénticas fuentes del conocer: la capacidad de los sentidos y de la razón. Introduce una gran novedad: dos modalidades de conocimiento se vinculan con un mundo determinado de seres. Así, el conocimiento sensible se circunscribe al ámbito del mundo físico, compuesto por seres sujetos al movimiento. Mientras que el conocimiento inteligible se ocupa de realidades inmóviles e inmutables. Dos tipos de conocimientos diferentes sostienen un dualismo epistemológico y un dualismo ontológico. El conocimiento sensorial es completamente diferente del racional. Mediante los sentidos conocemos lo concreto, particular y cambiante, es decir, el mundo sensible; los sentidos son solo, pues, una fuente de opinión. Por lo contrario, a través de la razón podemos alcanzar el conocimiento científico, es decir, universal, absoluto, estable y necesario.
Las etapas del conocer humano
Platón no se limita a la distinción entre el conocer racional y el sensorial. Así, la modalidad de la opinión o conocimiento sensible comprende estos dos niveles:
a) El primer nivel es la mera imaginación, es el nivel más bajo dentro del conocimiento sensible; se apunta a imágenes físicas y morales del mundo visible.
b) El segundo nivel recibe el nombre de creencia; percibe las realidades directamente del mundo visible.
Por su parte, el conocimiento inteligible de la razón consta de:
c) Tercer nivel, que se corresponde con la inteligencia discursiva o saber matemático.
d) Por último, el nivel más elevado, la razón, las Ideas, la ciencia perfecta y verdadera solo se da en este nivel; ni materia ni cantidad puedes percibirlas por los sentidos, ni por la imaginación, ni por la argumentación matemática, sino solamente por el entendimiento.
La Ontología platónica: el dualismo ontológico
Dualismo Ontológico
Comprende dos modalidades. Platón divide la realidad, a su vez, en dos mundos: el universo físico, visible, material, múltiple y sometido al cambio permanente, el Mundo Sensible; y, por otro, el plano superior de realidades inmateriales, invisibles e inmutables, el Mundo Inteligible, el que se ha dado a llamar dualismo ontológico. En el mundo sensible encontramos las realidades que se relacionan con el nivel del conocimiento sensorial: cosas que nos rodean, que nacen y mueren, que están sujetas al cambio. En el mundo inteligible se hallan las realidades que se relacionan con el nivel del conocimiento racional: Ideas, unas realidades fijas, perfectas y estables que constituyen aquello que las cosas son, su esencia eterna por contraposición a su mera apariencia sensorial. Las Ideas, debido a sus caracteres de inmutabilidad y perfección, se elevan por encima de las cosas y constituyen el mundo de la verdadera realidad. La verdad, realidad, por tanto, es lo eterno, lo inmutable, lo incorpóreo, lo invisible: las Ideas.
¿Cuál es la relación entre ambos mundos? Se trata de dos niveles de realidad perfectamente diferenciados: el plano superior de las Ideas y el inferior de las realidades sensibles. Los seres humanos se limitan a reproducir aparentemente las Ideas, imagen imperfecta de la verdadera realidad.
Los grados del ser
Al igual que sucede en el plano epistemológico, Platón divide los dos mundos, sensible e inteligible. Ordenados de mayor a menos realidad, tenemos:
En primer lugar, el mundo sensible, que consta de:
a) Un nivel de realidad inferior dentro del mundo sensible, comprende las imágenes de objetos sensibles: cosas, sombras, reflejos, los objetos físicos en general, objetos dotados de corporeidad.
En segundo lugar, el mundo inteligible se subdivide en:
c) Un nivel de entes matemáticos, o sea, por realidades similares a las Ideas, no se deben confundirse con ellas, son más intermediarias entre la realidad sensible y la inteligible.
d) Otro nivel constituido por las Ideas o esencias. La Idea del Bien es la fundamental y ocupa un lugar preeminente respecto de las demás ideas.
Realidad – Conocimiento:
- Imágenes y sombras (Imaginación)
- Objetos físicos (creencia)
- Objetos matemáticos (inteligencia discursiva)
- Ideas (razón)
El símil de la línea: la distinción entre dos niveles de realidad (mundo sensible e inteligible) que se corresponden a dos conocimientos (científico y opinión)
Platón nos pide que representemos una línea y la dividamos en dos partes iguales: la parte inferior representa el mundo sensible o «género de lo visible» y la superior representa el mundo inteligible o «género de lo inteligible». Platón vuelve a dividir la parte del mundo sensible en otras dos partes: la inferior corresponde a lo que llama las imágenes, que son simples reflejos de los objetos de la parte superior, y la superior, donde Platón coloca a las cosas, animales y plantas, es decir, a los seres naturales y artificiales que pueblan el mundo sensible. Imágenes y seres naturales forman el mundo sensible. Con esta subdivisión, Platón quiere darnos a entender la existencia de dos subniveles de realidad sensible: uno inferior y menos auténtico (el de las imágenes) y otro algo más real y auténtico (el de los seres naturales y las cosas artificiales). El segmento del mundo inteligible hay que dividirlo también en dos partes: la inferior, que corresponde a los objetos o entidades matemáticas, que copian a los del escalón superior (las Ideas), y el superior, que corresponde a las Ideas o esencias, que representan el nivel superior de realidad o autenticidad. Ideas y objetos de las matemáticas forman el mundo inteligible, que es imitado por el mundo sensible, el cual es ontológicamente inferior. Según Platón, la opinión es el estado mental en que se encuentra el hombre que solo contempla el mundo sensible, y distingue dos niveles: la imaginación, que se corresponde con el nivel de las imágenes y es el más alejado de la verdad, y la creencia, que se corresponde con el nivel de los seres naturales, que es un nivel algo más claro, pero que sigue siendo algo más claro. Por encima de la opinión se halla el conocimiento científico o el conocimiento (episteme), que tiene como objeto el mundo inteligible. El conocimiento es el estado mental del que investiga las cosas del mundo inteligible. Hay dos subniveles: el pensamiento, que es el estado del que investiga los objetos matemáticos, que son ontológicamente inferiores a las Ideas, y la inteligencia, que es el estado mental del filósofo que ha alcanzado la contemplación de las Ideas. Platón llama conocimiento a la contemplación de las Ideas.