La Teoría Hilemórfica
La teoría hilemórfica es el eje central de la explicación aristotélica de la naturaleza, igual que para Platón lo era la teoría de las ideas. Mediante ella intentará resolver el problema del cambio que tanto preocupara a los filósofos anteriores.
El hilemorfismo: La naturaleza está formada por seres concretos: sustancias. Estas constituyen una síntesis de los dos mundos de Platón. En toda sustancia o ser concreto, bien sea natural o artificial, podemos distinguir la materia (Hylé) de la que está hecha y la esencia o forma (Morphé), aquello que lo hace ser lo que es.
La forma es el equivalente al aspecto inteligible de Platón, la materia es el equivalente al sensible, la diferencia está en que la forma en Platón tiene una existencia objetiva y transcendente a la realidad sensible y en Aristóteles la forma es inmanente, interior a las cosas y no tiene una realidad independiente.
Jerarquía de Seres y Modos de Ser
Con los sofistas y Sócrates la naturaleza dejó de ser objeto preferente de atención por parte de los pensadores y en Platón queda en un segundo plano. Será Aristóteles quien vuelva a ocuparse de la naturaleza como algo central en su pensamiento.
Pero los seres naturales no son únicos, constituyen una región del ser. La ciencia que se ocupa del ser en general es la metafísica. En su análisis del ser Aristóteles distingue varios tipos de seres:
- Seres naturales: Aquellos que se mueven por sí mismos. Son estudiados por la física. Distingue entre los vivientes y los no vivientes.
- Seres artificiales: Aquellos que son producidos por el ser humano y de suyo son inmutables. Necesitan de un agente externo para cambiar o moverse.
- Ser supremo: Es el único que es inmutable pero su existencia no depende de ningún otro ser. Se llama theós y se ocupa de él la teología racional.
Hay distintas maneras o modos de ser, aquí desarrolla su teoría de la analogía del ser:
- Ser según las características: Un ser es una sustancia que subsiste por sí misma y se compone por la materia y forma, pero también hay otras que necesitan de otro para existir, como son los accidentes.
- Ser por esencia y por accidente: La esencia es aquello por lo que algo es lo que es. Accidentes son todas aquellas cualidades que se predican de un ser y no forman parte de su esencia.
- Ser en potencia y ser en acto: Potencia es la capacidad de conseguir una característica que aún no se tiene y acto es una característica que ya se posee de hecho.
La Kinesis o Cambio. Los Principios del Cambio
Aristóteles critica las distintas soluciones ofrecidas por los filósofos anteriores a él con respecto al problema del cambio. No admite que todo cambie, ni que todo permanece. Por otra parte, la separación del mundo sensible y el mundo inteligible le parece una solución inútil.
Según Parménides el cambio era algo imposible e irracional. Para Aristóteles el error de Parménides está en considerar únicamente el no ser en absoluto, ya que existe otra manera de no ser, el no ser relativo que Aristóteles llamará potencia. Los seres cambian porque tienen la capacidad de pasar de la potencia al acto, y tienen esa capacidad en virtud de su propia naturaleza porque están compuestos de materia y forma.
Aristóteles también utiliza el concepto de Entelequia para referirse al momento en que un proceso de cambio llegó a su fin.
El cambio es definido por Aristóteles como el paso de la potencia al acto en tanto que está en potencia. Lleva a cabo una clasificación de los tipos de cambio.
- Cambio accidental: Aquel que no cambia los accidentes y permanece la sustancia. Tres tipos: cantidad, calidad y de lugar.
- Cambio substancial: Consiste en la aparición o desaparición de la sustancia misma. La sustancia desaparece porque pierde su forma substancial.
Para que sea posible el cambio son necesarios tres principios:
- La materia, lo que permanece en el cambio.
- La forma que se adquiere en el cambio.
- La privación de la forma que va adquirir.
La Teoría Causal
Explicar el cambio es tarea de la física. Para Aristóteles conocer científicamente significa conocer las causas que confluyen en todos los cambios de los seres y explicar por qué se producen. Existen cuatro posibilidades:
- Causa material: La materia en la que se produce el cambio.
- Causa formal: La forma que adquiere en el cambio.
- Causa eficiente: El agente que hace que se produzca el cambio.
- Causa final: La finalidad que persigue el cambio.
Las dos primeras (material y formal) son intrínsecas a los seres que cambian; y las dos últimas (eficiente y final) son extrínsecas.
Los filósofos anteriores trataron parcial e imperfectamente, según Aristóteles, el problema de la causalidad:
- Platón distinguía tres tipos de causas: la material, la formal y la eficiente.
- Los jonios hablaron únicamente de la causa material.
- Empédocles y Anaxágoras consideraron la causa material y la eficiente.
- Aristóteles presenta su sistema explicativo como el único suficiente y completo.
El Motor Inmóvil
El estudio del movimiento conduce a Aristóteles a afirmar la existencia de un Primer Motor Inmóvil. Para la física aristotélica todo movimiento precisa de un motor, algo que lo cause. Si todo lo que se mueve es movido por otro, ese otro a su vez precisa tener su propio motor y así continuamente. Como no podemos retroceder hasta el infinito en busca de las causas eficientes, hay que admitir la existencia de un primer motor que mueva todos los seres sin ser él movido. Este primer motor es concebido como una inteligencia que es forma pura y acto puro, y por eso es inmóvil. Será la única excepción a la Teoría Hilemórfica.
También es considerado como causa final del movimiento, representa la máxima perfección a la que aspiran todos los seres. Le llama Theós. El Primer Motor es la explicación última del problema del cambio o movimiento.