Teorías Contractualistas del Siglo XVII: Origen y Justificación del Estado

Las teorías contractualistas, desarrolladas principalmente en el siglo XVII, explican el origen de la sociedad y el Estado, y justifican su existencia. Según estas teorías, el Estado surge de un pacto o contrato entre individuos libres e iguales que buscan constituir un gobierno que organice la convivencia común. No se trata de una visión histórica, sino de una metáfora explicativa de por qué existe y debe ser respetado el Estado.

El Estado de Naturaleza

El estado de naturaleza es una situación hipotética previa al contrato social, en la que se describe cómo se viviría en una sociedad sin organización política, es decir, sin leyes, política ni orden social.

Hobbes

  • Estado de naturaleza: Impera la ley del más fuerte, una «guerra de todos contra todos» donde «el hombre es un lobo para el hombre». No se respeta ni reconoce ningún derecho.
  • Pacto: Todos ceden incondicional e irrevocablemente todos sus derechos a una persona, el soberano, quien garantiza la paz y el orden.
  • Resultado: Un Estado autoritario.

Locke

  • Estado de naturaleza: Se reconocen derechos naturales (vida, libertad, propiedad privada), pero no hay mecanismos para hacerlos respetar.
  • Pacto: Se ceden derechos a un grupo de gobernantes de forma provisional y revocable (si los gobernantes no cumplen su función) para garantizar la vida, la libertad y la propiedad privada.
  • Resultado: Democracia representativa.

Rousseau

  • Estado de naturaleza: Los individuos son libres, iguales y buenos por naturaleza, pero la sociedad los corrompe, especialmente al surgir dificultades para satisfacer las necesidades.
  • Pacto: Los individuos se asocian y ponen su voluntad al servicio de la voluntad general.
  • Resultado: Democracia directa.

John Stuart Mill y el Liberalismo Político

Para John Stuart Mill, el Estado es un mal necesario. Aunque busca la convivencia y la seguridad, no debe inmiscuirse en la libertad individual. En el ámbito personal, rige el principio de indemnidad: el Estado solo puede intervenir para evitar el daño de una persona a otra.

Política y Sociabilidad

La política, como arte de vivir en sociedad, es la rama de la filosofía que estudia cómo organizar la vida en sociedad de la manera más adecuada.

La sociabilidad es la inclinación a vivir compartiendo con otros un territorio común y la responsabilidad de garantizar la supervivencia de cada miembro y del grupo en conjunto.

Sociabilidad por Interés

Autores como Hobbes y Freud sostienen que la sociabilidad surge por interés, no por naturaleza. El egoísmo lleva a los individuos a buscar su propia supervivencia, y solo las dificultades los inclinan a cooperar y relacionarse, viendo en los otros rivales o medios para satisfacer sus deseos.

Sociabilidad por Naturaleza

Aristóteles y Fromm, en cambio, afirman que el ser humano está incompleto por naturaleza y necesita a los otros. Solo en sociedad puede realizarse y desarrollar plenamente todas sus posibilidades. Vivir en comunidad es una necesidad esencial que no limita sus impulsos, sino que permite su desarrollo.

El Estado

El Estado, un concepto introducido por Maquiavelo en el siglo XVI, es una forma de organización política caracterizada por un poder permanente e indiscutible en un territorio concreto, ejercido por distintas instituciones sociales, jurídicas y administrativas. Posee un poder único y exclusivo, es soberano y se encarga de mantener la estabilidad y el orden.

Poder Territorial y Soberanía

El Estado ejerce su poder sobre todo el territorio dentro de sus fronteras, y su legislación se aplica a todos, incluidos los extranjeros. Es soberano, lo que significa que no hay una instancia superior en el ámbito estatal. Sin embargo, actualmente existen organizaciones internacionales, como la ONU y la UE, que se sitúan por encima de los Estados.

Anarquismo: ¿Estado Necesario o Innecesario?

El anarquismo propone un Estado no necesario, sin jefe, normas ni autoridad. Argumenta que el Estado es un instrumento de los poderosos para oprimir al pueblo, permitiendo que unos pocos se apropien de las riquezas de todos. Sostiene que el ser humano es bueno por naturaleza y que, en una comunidad libre e igualitaria, la solidaridad se impondría de forma natural, resultando en una sociedad justa.

Por otro lado, se argumenta que el Estado es necesario para limitar y controlar los brotes de violencia, competitividad, rivalidad y agresividad que ponen en peligro la estabilidad social.

Popper y las Sociedades Abiertas y Cerradas

Karl Popper defendía la aplicación del método científico tanto a las ciencias naturales como a las sociales, utilizando el falsacionismo (la posibilidad de refutar una teoría para que sea considerada científica). Según Popper, las sociedades abiertas defienden las libertades individuales y la posición social depende del esfuerzo personal. En cambio, las sociedades cerradas, como las marxistas, no cumplen el criterio falsacionista, son rígidas en cuanto a costumbres y normas sociales, son autárquicas y presentan poca o nula libertad y movilidad social.

Análisis Marxista

Según el análisis marxista, el motor de la historia es la lucha de clases entre explotadores (burgueses) y explotados (proletarios). Esta dinámica se repite a lo largo de la historia hasta que los explotados toman conciencia de su situación y se rebelan. Marx propone la sustitución del sistema económico, social y político capitalista para acabar con la explotación del hombre por el hombre y eliminar las clases sociales. Pretende realizar un análisis científico del sistema capitalista, donde el ser humano es visto como un producto histórico, una mercancía, un «animal de trabajo» que no se realiza con su labor, sino que se siente alienado y esclavizado. Para Marx, es necesario cambiar la estructura económica, ya que de ella dependen la religión, la filosofía, las leyes y la ciencia.

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