Teorías del Conocimiento: Dogmatismo, Escepticismo, Criticismo
A la pregunta sobre si es posible un conocimiento seguro e ilimitado de la realidad se han dado tres respuestas fundamentales: la afirmativa, la negativa y la que afirma que es posible pero con límites.
Dogmatismo
Esta corriente responde afirmativamente. Sostiene que es posible un conocimiento verdadero y que el sujeto conoce con certeza e ilimitadamente la realidad. Sus defensores tienen plena confianza en la razón humana para alcanzar el conocimiento. Los filósofos presocráticos y Platón confiaban en la capacidad de la razón para mostrarnos fielmente la realidad. Pero, sin duda, el máximo representante del dogmatismo será Descartes, que defenderá que la razón humana progresará en su conocimiento con seguridad y certeza, siempre que siga el método adecuado.
Escepticismo
Es una posición completamente opuesta a la anterior. Ante la pregunta sobre la posibilidad del conocimiento seguro e ilimitado de la realidad, su respuesta es negativa. La razón humana es limitada y no consigue alcanzar ningún conocimiento verdadero, solamente puede ofrecer opiniones. Se puede distinguir entre un escepticismo moderado que duda de la posibilidad de conocimiento seguro y otro radical que niega su posibilidad de manera rotunda.
Criticismo
Es una postura intermediaria entre el dogmatismo y el escepticismo. Considera que es posible un conocimiento, pero no es incuestionable ni definitivo, sino que debe ser revisado y criticado para descubrir errores. El verdadero padre del criticismo es Kant, que une la confianza con el conocimiento humano.
Teorías acerca de la Objetividad del Conocimiento: Objetivismo, Subjetivismo, Perspectivismo
¿El sujeto capta al objeto tal como es o bien cada sujeto lo capta de modo distinto?
Este interrogante puede responderse con tres teorías diferentes:
Objetivismo
Para esta teoría el objeto es real e independiente del sujeto. Lo que el objeto sea no depende de la visión o de los condicionamientos del sujeto. Por tanto es posible un conocimiento objetivo porque existe una verdad independiente y ajena a las opiniones o condicionamientos del sujeto. Platón es el máximo representante de esta forma de pensar.
Subjetivismo
Para esta teoría es imposible un conocimiento objetivo porque todo conocimiento está condicionado por el sujeto. El objeto sólo existe porque hay un sujeto que lo piensa y lo conoce. Se trata de un sujeto que se encuentra condicionado por factores psicológicos, personales, sociales, etc. Protágoras sofista será uno de los mayores defensores.
Perspectivismo
Sostiene que el objeto existe independientemente del sujeto y aporta como prueba la existencia de otras perspectivas como el mismo objeto. La diferencia con el objetivismo es que las circunstancias concretas del sujeto permiten ver solo un fragmento del objeto, una perspectiva de la realidad. Toda perspectiva es verdadera y si pudiéramos unir todas las perspectivas alcanzaríamos la verdad absoluta. La única perspectiva que se equivoca es aquella que no se considera una perspectiva más y piensa que solamente ella alcanza la verdad completa sin necesidad de complementarse con otras.
La Pregunta sobre el Origen de lo Real
La cuestión a cuál es el origen de lo real se puede responder de tres formas diferentes:
Lo Real no Tiene Origen sino que es Eterno
Según la mitología de los antiguos griegos el universo era eterno, es decir, ni principio ni fin. Las explicaciones razonables de los presocráticos no buscaban el origen divino del cosmos, sino el arjé y las fuerzas naturales que como un dios inmanente, hacían que el cosmos fuera comprensible, armónico y creativo.
La sentencia de Parménides “El ser es y el no ser no es” constituye el primer principio metafísico y a la vez el primer principio lógico, sobre los cuales se levantan la realidad y el conocimiento de la realidad.
Lo Real sí Tiene Origen
El cristianismo introdujo el de la creación a partir de la nada. La pregunta no era ya como surgieron los dioses y los elementos, sino de donde surgió todo, por qué existe el universo en vez de la nada.
A esa pregunta respondió desarrollando las teorías de Aristóteles, Santo Tomás de Aquino que intentó demostrar racionalmente la existencia de Dios mediante las llamadas cinco vías.
La tercera vía, la vía de la contingencia, se basa en la distinción entre ente contingente y ente necesario. Dado que el universo está compuesto solo de seres contingentes y por tanto dependientes uno de otros ¿de qué depende todo el? debemos concluir que necesita otro para existir y ese otro tendría que ser un ser necesario que sería Dios.
El Dios resultante de esta vía es, a la vez, trascendente, porque es distinto del universo, e inmanente, porque está dentro de cada ser no solo como su causa, sino como la razón constante e íntima de su existencia.
No Tiene Sentido la Pregunta sobre el Origen de lo Real
Según Kant el principio de causalidad sólo es aplicable a los fenómenos pero ni Dios (la causa) ni el mundo (el efecto) son fenómenos y por tanto la tercera vía no es válida.
La respuesta a la pregunta sobre el origen de lo real sólo se puede dar desde la creencia, no desde la ciencia, porque no está al alcance de nuestro conocimiento.
Tan racional es pensar que el universo es eterno como que es creado, porque no hay posibilidad de refutarlo o demostrarlo con la experiencia: ambas afirmaciones constituyen lo que Kant denomina una antinomia.
En conclusión, la pregunta sobre el origen de lo real se ha respondido de tres maneras diferentes a lo largo de la historia de la filosofía. Para unos lo real carece de origen, es eterno; para otros lo real tiene un origen, es creado; y para un tercer grupo la propia pregunta sobre el origen de lo real carece de sentido.
Darwinismo
a) Las especies provienen de otras anteriores a través de variaciones graduales y aleatorias.
b) El principio explicativo es la selección natural: los individuos sufren variaciones aleatorias, algunas de las cuales resultan ventajosas para los individuos que la poseen porque los adapta mejor al medio. Al ser los más aptos, sobreviven más y mejor y dejan más descendientes, que nacen también con esas características que los hace más aptos. A lo largo de varias generaciones se consolidan y ya no aparecen individuos de ese tipo. No hay finalidad en este proceso; las variaciones se producen por azar, pero una vez producidas, habrá variaciones que resulten beneficiosas y necesariamente se consolidaran, mientras que otras serán perjudiciales y necesariamente desaparecerán. Todo el proceso de selección natural se explica, por tanto, mediante los conceptos del azar y necesidad.
c) El ser humano desciende de antiguos primates. La teoría darwinista ofrece una explicación mecanicista. Darwin, sin embargo, no pudo explicar adecuadamente – por su desconocimiento de las leyes de genética – el mecanismo que provoca la transmisión de las variaciones de generación en generación.