¿Qué son las Falacias?
Las falacias son argumentos engañosos o mal construidos, casi siempre de forma intencionada, que distorsionan el argumento con la intención de manipular o utilizan la información de manera sesgada.
Tipos Comunes de Falacias
Falacia Tu Quoque
Tu quoque significa en latín «Tú También». Se acusa al oponente de que también lo ha hecho o simplemente se alude a que “Otros lo hacen”. Los alumnos de secundaria la utilizan con frecuencia. Si el profesor le dice a un alumno que se calle, el alumno suele responder: ¿Por qué me lo dice a mí, si otros también están hablando?
Ejemplo: “Cuando ustedes estuvieron en el gobierno, también aprobaron medidas como ésta” o, “con ustedes, el paro tenía cifras mayores”.
Falacia Ad Hominem
La expresión latina Ad Hominem significa literalmente “contra la persona” y no contra el argumento. Se desacredita al oponente y, por extensión, a lo que propone.
Ejemplo: El líder de la oposición critica al ministro de Hacienda por la nueva subida de impuestos, y el ministro responde: «El líder de la oposición no tiene ningún conocimiento de economía, es un ignorante en estas cuestiones y no puede opinar».
Ad Hominem y los Sesgos Cognitivos
Es importante darse cuenta de que percibimos la realidad con unos filtros o sesgos cognitivos. Así, tendemos naturalmente a creer a las personas que nos caen bien y tendemos a desacreditar a los que nos caen mal. No siempre tenemos en cuenta los argumentos reales. Es posible que la persona que nos cae mal sea la que está diciendo la verdad, o la que nos ofrece un consejo realmente bueno.
¿Qué es un Sesgo Cognitivo?
Es un prejuicio o filtro que anteponemos a nuestros pensamientos o a nuestra forma de ver el mundo. Son como el filtro que aplicamos a una imagen fotográfica: cambia el color o el aspecto de la realidad.
Falacia Ad Verecundiam (de Autoridad)
Consiste en apelar a la autoridad de alguien para respaldar el argumento.
Ejemplos: “El Presidente de la Comisión Europea se ha mostrado claro en este sentido…” «El cantante X dice que la tierra es plana y debe tener razón, porque es un gran cantante».
Falacia Ex Populo
La falacia Ex Populo consiste en decir que algo es verdad porque lo dice casi todo el mundo. Se crea una sensación de falsa unanimidad. Todo el mundo estaría de acuerdo en esto, sería absurdo cuestionarlo.
Ejemplo: “Todo el mundo admite que la economía capitalista es la única que puede aportar felicidad a los ciudadanos y garantizar el progreso”. ¿Seguro? ¿Está esto científicamente demostrado?, ¿Cuál es tu ejemplo?
Falacia Ad Baculum
Falacia «Ad Baculum» (con el bastón). Consiste en utilizar la amenaza de un castigo o incluso el miedo. Por ejemplo: «Juanito, como no te calles, te pongo un parte y te expulso de clase». O, en otras ocasiones: «Como no apruebes, no tendrás vacaciones este verano y no te compraremos la Play Station 25».
Falacia de la Pendiente Resbaladiza
La falacia de la pendiente resbaladiza consiste en encadenar numerosas implicaciones causales, hasta llegar a una conclusión totalmente disparatada.
Falacia Non Sequitur
La falacia Non Sequitur se refiere a cómo, en ocasiones, llegamos a conclusiones que no tienen nada que ver con las premisas de la argumentación. La expresión latina significa que “No se sigue”. Es decir, se extrae una conclusión que no se deriva lógicamente del argumento.
Es una falacia peligrosa, pues utilizada con habilidad puede dar la falsa impresión de estar argumentando bien. Se usa mucho en política.
Ejemplos de “Non Sequitur”: “Si no se acepta una fórmula de copago generalizado, se tendrán que cerrar hospitales y privatizar la sanidad”. «Si no estudias los domingos por la tarde, suspenderás».
Falacia de «Envenenar el Pozo»
Es un ejemplo de discurso demagógico y degradado. Consiste en crear un entorno imposible para la negociación. Oponerse a todo lo que propone el adversario y utilizar tácticas para hacer imposible un acuerdo.
Falacia del “Muñeco de Paja”
Consiste en presentar una versión tergiversada y ridiculizada del argumento del oponente, para atacarlo mejor. Es un ejemplo de discurso demagógico y degradado. Del tipo: “La economía se hunde y usted sólo se preocupa de hacer una ridícula ley de protección del lince ibérico. Como si no hubiera cosas más importantes. Ahora propondrá una ley para evitar la extinción de los gatos”.
Falacia Post Hoc, Ergo Propter Hoc
Falacia “Post Hoc, Ergo Propter Hoc” (“Se ha producido después, luego ha sido su consecuencia”). Consiste en crear una falsa causalidad.
Ejemplos: “Alguien hace un rito para invocar la lluvia, y después llueve”. Tenderá a creer que el motivo ha sido la invocación, y no un cambio meteorológico. En política se usan argumentos del tipo “Llegaron ustedes al gobierno y empezó la crisis”. “Hasta que no llegamos nosotros al gobierno, la economía no empezó a repuntar”.
Falacia de Juridicidad
Consiste en confundir la Ley y la Justicia. Es un asunto complejo. En las sociedades democráticas, en los Estados de Derecho, asumimos que la Justicia emana de las leyes.
Es lo que se conoce como “Principio de Legalidad”. No obstante, es una falacia afirmar que algo es justo porque está en la Ley. Muchas leyes son injustas y el concepto de Justicia no es reducible al de Ley escrita.
Falacia Democrática
Asumimos que la voluntad de la mayoría debe ser respetada. Y eso es clave para los Estados de Derecho. Sí, pero ¿hasta qué límite? Es evidente que la mayoría puede estar equivocada o incluso sus decisiones pueden ser antidemocráticas y peligrosas. Por eso las mejores democracias deben construirse sobre la voluntad de ciudadanos capaces de elegir con criterios racionales y bien informados.