Contextualización de Tomás de Aquino
4.1. La Suma Teológica: Estructura y Propósito
Este texto de Tomás de Aquino pertenece a la “Suma teológica”, una exposición de teología destinada al uso de los estudiantes, aunque ha pasado a la historia como la gran obra filosófica del Medievo. Está dividida en tres partes:
- La primera (a la que pertenece el texto) trata de Dios como principio de todo y analiza las pruebas de la existencia de Dios.
- La segunda trata de Dios como fin de la vida humana.
- La tercera trata sobre la encarnación de Dios en Cristo.
Las “Summae” eran un tipo de escritos propios de la época. Junto con la “Suma teológica” encontramos la “Suma contra gentiles”, las dos con la misma estructura en cada artículo:
- “Objeciones”: apartado donde se presenta una tesis contraria a la del autor.
- Señala “En cambio” y hace referencia a una autoridad (Aristóteles, Escrituras…).
- En “Solución” expone su propia tesis.
- En “Refutaciones de las objeciones” refuta las tesis contrarias que planteó al principio.
También encontramos Comentarios, como los que hizo a los textos de Aristóteles: “Comentarios a Física”, “Comentarios a Metafísica”… y Cuestiones disputadas, como “De veritate” o “De anima”.
El pensamiento de Tomás de Aquino se basa en el intento de armonizar razón y fe, pues existían para él dos tipos de conocimiento: filosofía y teología. La filosofía se basa en la razón, y llega a «verdades naturales»; y en la teología se distingue entre: teología natural, que trata algunas verdades necesarias para la salvación; para realizar sus demostraciones parte de la experiencia. Por otro lado, la teología revelada trata cuestiones fundamentales para la salvación partiendo de la palabra de Dios. Como ya hemos dicho, su pensamiento se basa en el intento de establecer a Razón y Fe como dos caminos diferentes para alcanzar una única verdad. Aquino afirma que ambas disciplinas se ayudan mutuamente, pero aunque Aquino expone a la razón y la fe como independientes, finalmente la razón depende de la fe porque planteará que esta última es criterio extrínseco de verdad para la razón.
4.2. Contexto Histórico y Filosófico
En cuanto a su contexto histórico, podemos decir que el mundo en el que vive Aquino es un mundo cristiano, de esplendor económico y cultural. La cultura está en manos de la Iglesia, y existe una fuerte lucha por el poder entre Iglesia y Estado, y esta lucha se verá reflejada en muchas reflexiones filosóficas que plantearán si el poder debe estar en manos de la razón o en manos de la fe. En esta época se comenzaron a recibir las obras aristotélicas gracias a la traducción que hicieron los árabes de ellas.
En cuanto a su contexto filosófico, tenemos que situar a Aquino en la corriente escolástica, de la que es el máximo representante y que es de clara inspiración aristotélica. La recepción de las obras Aristotélicas en Occidente fue posible gracias a las traducciones que hicieron de ellas los árabes.
Gracias a las traducciones hechas por Averroes se tendrá conocimiento del aristotelismo puro, en el que Aquino se apoya para hacer una síntesis con el cristianismo.
Aquino se verá muy influido por el conflicto entre razón y fe, un tema debatido durante todo el medievo: Tertuliano distinguió entre razón y fe planteando la primacía de la fe. Agustín de Hipona consideró que el punto de partida de la filosofía debían ser las Escrituras, porque solo existe una verdad, Dios. El aristotelismo árabe, representado por Averroes, plantea que la primacía ha de ser de la razón, teoría que más tarde se suavizó al afirmar que existen dos tipos de verdades, de razón y de fe, frente a lo que Aquino plantea una sola verdad y establece que son caminos distintos para llegar a la verdad, aunque no le dé total autonomía a la razón.
Aquino se inspirará en el agustinismo neoplatónico para plantear su cuarta vía, aunque su pensamiento será aristotélico. Frente a la demostración “a priori” (parte de la esencia divina para demostrar su existencia) de Anselmo de Canterbury planteará Aquino la demostración “a posteriori” (parte de los efectos de Dios en el mundo para demostrar a Dios como causa de los mismos). El argumento que utiliza Anselmo para demostrar que Dios existe es el llamado argumento ontológico, en el que parte de la esencia de Dios para demostrar su existencia, es decir, parte de la idea de Dios como ser perfecto.
Pero la más importante influencia en Aquino será Aristóteles. Aquino realizó una “cristianización” de Aristóteles, pues consideraba que su pensamiento encajaba mejor con el dogma cristiano que el pensamiento de Platón. En un primer momento la iglesia católica prohibió los escritos de Aristóteles, pero gracias a Aquino, Aristóteles terminó convirtiéndose en la máxima autoridad para la Iglesia. Aquino acepta muchas cosas de la visión de la naturaleza de Aristóteles: Su teoría hilemórfica (todo está formado por materia y forma); su teoría del movimiento, el cual consistía en pasar de la potencia al acto; la demostración que hizo Aristóteles de un ser incausado (Aquino lo identifica con un Dios creador del mundo, pero para Aristóteles el mundo es eterno); El conocimiento sensible como la principal fuente de conocimiento; la visión del hombre como sustancia única formada por alma (para Aristóteles el alma es mortal mientras que para Aquino es inmortal) y cuerpo; la idea de que el fin del hombre es la felicidad, que para Aquino se alcanzará con la contemplación de Dios.
La filosofía de Aquino se convirtió en su época en la visión cristina del mundo, aunque en el siglo siguiente, se radicalizó su empirismo, lo que dio lugar a que autores como Ockham negaran la existencia de todo aquello no experimentable, que Tomás de Aquino había afirmado (el alma, las esencias,…), negando así la posibilidad de hacer teología natural. El empirismo y el nominalismo de Ockham abrirán el camino a la ciencia moderna que dejará de buscar esencia y será una ciencia cuantitativa. En el S. XIX la filosofía neotomista será declarada filosofía oficial de la Iglesia católica.