Contexto
Historia
Tomás de Aquino nació en 1225 en el seno de una familia noble. A los 5 años, comenzó sus estudios en la abadía de Montecasino, un importante monasterio de la época. Posteriormente, estudió Artes Liberales en la Universidad de Nápoles. Se unió a la orden dominica y continuó su formación en Colonia bajo la tutela de Alberto Magno. Ejerció como profesor en las universidades de París, Roma, Bolonia y Nápoles. Falleció a los 50 años de camino al Concilio de Lyon.
Obras
Las obras de Tomás de Aquino se pueden clasificar en los siguientes géneros filosófico-teológicos:
- Sumas: Suma Teológica y Suma contra Gentiles.
- Cuestiones disputadas: Sobre la verdad, Sobre la potencia de Dios, Sobre el alma, Sobre el mal, entre otras.
- Cuestiones sobre cualquier cosa: Doce obras diversas.
- Opúsculos: Sobre el ente y la esencia, Sobre los principios de la naturaleza, Sobre el movimiento del corazón, Sobre la unidad del entendimiento contra los averroístas, Sobre la naturaleza del género, Sobre la demostración, Sobre el principio de individuación, Sobre las razones de la Fe contra los sarracenos y los armenios, Contra los que impugnan el culto a Dios y la religión, Sobre la perfección de la vida espiritual, Sobre las sustancias separadas o la naturaleza de los ángeles, Sobre la eternidad del mundo contra los murmurantes, y otros.
- Comentarios: Sobre Pedro Lombardo, Aristóteles, Boecio, el Pseudo-Dionisio, etc.
Influencias
- Aristóteles:
- Psicología: Acepta la concepción aristotélica del alma, sus potencias y facultades.
- Física y ontología: Acepta la definición de movimiento, los cuatro tipos de movimiento, el hilemorfismo, las diferencias entre sustancia y accidente, la teoría de las cuatro causas del movimiento (añade la causalidad ejemplar), la concepción analógica del ser y el sistema de categorías.
- Teología: Demostración de la existencia de Dios según la definición de movimiento (primera de las cinco vías tomistas), concepción de Dios como Acto Puro y como acto de pensamiento.
- Ética: Acepta que el fin último del hombre es la felicidad, que la felicidad más perfecta es la contemplación, y que las normas morales se basan en la naturaleza humana. El conocimiento de esta, concebida teológicamente, es el punto de partida para la formulación de la ley moral.
- Política: El hombre es un ser social por naturaleza. Considera que la forma social por excelencia no es la polis, sino los Estados Nacionales.
- Neoplatónicos y Agustín de Hipona: Concepto de causalidad ejemplar y el de participación para explicar la relación del mundo con Dios.
- Avicena: Noción procedente de Alfarabí de la contingencia del mundo (distinción entre esencia y existencia) y la segunda vía para demostrar la existencia de Dios.
- Otras influencias: Séneca, Platón, Averroes, Isaac ibn Salomón, Salomón ibn Gabirol, Maimónides, Juan Damasceno, Isidoro de Sevilla, Hilario, el Pseudo-Dionisio, Pedro Lombardo, Buenaventura, Alberto Magno, entre otros.
Política
Tomás de Aquino parte de concepciones aristotélicas, del análisis de la naturaleza humana y de que la actividad humana está orientada a fines. Considera que el hombre no se agota en su ser natural, sino que está orientado a un fin sobrenatural, por lo que en el Estado no se encuentra la autosuficiencia. Como ser racional, el hombre puede descubrir por sí mismo las reglas que le permitan desarrollarse de acuerdo con su naturaleza y con la naturaleza en general. A este conjunto de reglas, le llama Ley Natural:
- Como sustancia, el hombre tiene una tendencia natural a conservar su propia existencia.
- Como animal, tiene una tendencia natural a propagar su especie.
- Como ser racional, tiene una tendencia natural a buscar la verdad, especialmente aquellas verdades que constituyen su fin último: Dios.
- El hombre tiende de modo natural a vivir en sociedad pero, dado que es un ser racional, puede organizar esta convivencia en base a leyes igualmente racionales.
La Ley Natural nos empuja a vivir en sociedad, pero esta solo es posible si existen unas normas legales que regulen la convivencia, normas que son establecidas por los propios hombres. A este conjunto de normas las llama Ley Positiva, que actúa como prolongación de la ley natural y nunca puede ir contra ella.
Ambas leyes se hallan sometidas a la Ley Eterna, que es el ordenamiento al que ha sometido Dios al Universo. Esta Ley somete a los seres físicos a un orden distinto que a los hombres, ya que estos se hallan regidos por una ley moral que respeta su libertad.
El hecho de que el hombre sea un ser social deriva en la necesidad de un orden jerárquico de gobierno. Lo ideal sería la monarquía si el monarca fuera el más perfecto de los hombres, pero, como es muy difícil que esto se dé, considera que el Estado más perfecto será una combinación mixta de monarquía, aristocracia y democracia, de modo que los diversos poderes se hallen en equilibrio. La monarquía funciona como fundamento de la unidad, la aristocracia gobierna la administración y, en virtud de la democracia, el pueblo elegirá a los magistrados que representen sus intereses.
El fin de la Iglesia es un fin sobrenatural.
Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
Tomás de Aquino propone cinco vías para demostrar la existencia de Dios:
- Vía Primera: Partiendo de la existencia del movimiento en el mundo, concluye en Dios como Primer Motor Inmóvil. Emplea la misma argumentación que Aristóteles.
- Vía Segunda: Se apoya en el concepto de causalidad eficiente. Después de la distinción del pensamiento árabe entre esencia y existencia, se produce un cambio en la manera de entender la causalidad eficiente respecto a Aristóteles. Se entiende ahora por causa eficiente aquella que es causa de la existencia de un ser. Nada en el mundo es causa de sí mismo; todo lo que existe, existe por una causa y esta por otra. Debe haber una primera causa eficiente: Dios.
- Vía Tercera: Los seres del mundo son contingentes, existen pero podrían no existir. La cadena causal de la existencia no puede prolongarse hasta el infinito; debe haber un ser necesario que sea necesario por sí mismo: Dios.
- Vía Cuarta: Partiendo del hecho (por experiencia) de que hay cosas más o menos buenas o más o menos perfectas (grados de perfección), se concluye que Dios es la causa de esas perfecciones. Debe haber un ser que tenga la perfección absoluta y que no la reciba de ningún otro, sino que la tenga en virtud de su propia esencia: Dios.
- Vía Quinta: Partiendo de la ordenación del Universo hacia un fin, concluirá en Dios como inteligencia ordenadora. La experiencia nos muestra que los seres carentes de conocimiento se desenvuelven hacia un fin, no se desarrollan al azar, sino siguiendo una determinada pauta. Si no poseen inteligencia, no pueden conocer el fin, por lo que este tendrá que venir dado por un ser inteligente, y este de otro. Como no se puede continuar la cadena de causas hasta el infinito, tendrá que haber una primera inteligencia ordenadora, causa del orden de todo el Universo: Dios.