Totalitarismo y Acción Humana: Una Perspectiva de Hannah Arendt

Totalitarismo: Una Doctrina de Control Absoluto

El totalitarismo es una doctrina política que defiende el absolutismo estatal y su poder total y absoluto sobre cualquier aspecto de la vida y de las libertades ciudadanas. El sistema opuesto al totalitarismo es la democracia, cuyos principios característicos son la soberanía popular y la división de poderes.

El Movimiento Totalitario: Ofreciendo Pertenencia a Cambio de Obediencia

El movimiento totalitario ofrece a las personas dominadas por el miedo un sentido de pertenencia y un lugar en el mundo, a cambio de una obediencia ciega y lealtad incuestionable a su líder. Para extender su dominación, los movimientos totalitarios hacen uso de la propaganda y del terror. Las afirmaciones propagandísticas, repetidas una y otra vez, se presentan como verdades indudables, aunque en realidad proclamen ideas absurdas.

El Individuo Aislado: Un Producto del Totalitarismo

Estos movimientos totalitarios han generado un nuevo tipo de ser humano: el individuo aislado, fácilmente manipulable y que conforma las masas, desposeída de sus derechos y aislado de la comunidad política a la que pertenecía. Por ello, el hombre-masa se caracteriza por su falta de relaciones sociales y su aislamiento; el fanatismo y la devoción al líder son formas de intentar huir de ese sentimiento de soledad.

El Totalitarismo y la Destrucción de la Esfera Política

El totalitarismo es una ideología que quiere, mediante el terror, eliminar la pluralidad y por ello promueve el aislamiento y la soledad: la destrucción de la esfera política de la vida humana y la desaparición de la vida privada.

Hannah Arendt: Una Reflexión sobre el Poder y la Acción

El análisis del totalitarismo de Hannah Arendt conduce a la necesidad de una reflexión política que restaure la idea de poder como diferente de la violencia. Para ella, el fenómeno fundamental del poder es la formación de una voluntad común orientada al entendimiento; el poder no es ejercer violencia, sino que se deriva de la capacidad humana de actuar en común.

El Espacio Público: Un Lugar para la Acción y el Debate

Hay que restablecer un espacio público que asegure la relación adecuada entre lo privado y lo público, garantice la igualdad política de todos, así como los derechos civiles, los derechos de las minorías y de los refugiados, y el derecho a disentir. Para ello tendrá que favorecer los debates, la asociación de los ciudadanos y toda forma de acción en común. Arendt defiende un valor esencial en el ser humano: la vida activa. La constitución de un espacio público compartido, de ciudadanía, constituye la condición primera del republicanismo y de la democracia.

La Virtud Republicana: Preocupación por el Espacio Público

La virtud republicana mana del hombre y no de la doctrina. Incluye la preocupación por el espacio público y común. La virtud cívica es la forma primigenia de toda virtud.

El Pluralismo Político: Esencial para la Libertad

Arendt defiende el concepto de pluralismo en el ámbito político, que trata más de pluralidad de pensamiento que de pluralidad de partidos políticos, porque piensa que únicamente este pluralismo tiene el potencial de la libertad y la igualdad política entre las personas.

Hannah Arendt y la Modernidad: El Trabajo y la Acción

Con la modernidad, la actividad humana ha quedado absorbida por el trabajo; las exigencias del trabajo y de la producción se han extendido a toda la sociedad y esto ha tenido como consecuencia una situación de desolación humana.

Trabajo, Obra y Acción: Tres Actividades Humanas Distintas

  • Trabajo: Actividad propia del animal laborans, sirve para la subsistencia del individuo y de la especie.
  • Obra o Producto: Propia del homo faber, se refiere a aquellos productos que son necesitados o usados.
  • Acción: Sirve para la fundamentación y conservación de la comunidad política, y crea las condiciones para la continuidad entre generaciones y para la historia.

La Acción: Lo Contrario de la Dominación

La acción, para Hannah Arendt, es exactamente lo contrario de la dominación. Cuando el individuo moderno se aleja de la política se llega al fenómeno de la sociedad de masas y se acentúa la tendencia al despotismo. Pero esto no significa que la acción se confunda con el pensamiento.

La Acción y la Política: Rechazando Esquemas Tradicionales

Arendt rechaza el esquema intencional de la tradición filosófica, y el esquema funcionalista propio de las ciencias sociales. Según el esquema intencional, la política habría de ser juzgada por las motivaciones conscientes del agente. Según el esquema funcionalista, los humanos nunca son libres, sino que están determinados por estructuras sociales básicamente impersonales y ciegas; cosa que hace imposible cualquier juicio.

La Natalidad y la Pluralidad: Características del Ser Humano

El homo loquens, el hombre que habla tiene la natalidad como característica, no la mortalidad, y su condición es la pluralidad, los hombres, no el hombre.

La Acción: Imprevisible, Irreversible y Responsable

  • Imprevisible: La acción es imprevisible y se caracteriza por la impredecibilidad de sus consecuencias.
  • Irreversible: Una vez iniciada una acción no podemos volver atrás.
  • Responsable: Asumir las responsabilidades es aceptar los riesgos que comportan nuestras acciones.

La Sociedad Contemporánea: Preocupada por el Consumo

La sociedad contemporánea está preocupada por las consecuencias que puede tener la labor destinada al consumo, esta es la característica de la sociedad contemporánea, está organizada como labor, todo está destinado a ser consumido rápidamente. La raíz de esta reinterpretación se encuentra en la transformación de la política en economía. La economía moderna ha sustituido la labor en el lugar que ocupaba la obra y la acción. Es en el mundo obrero donde puede volver a aparecer la obra y la acción.

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