El trabajo es el proceso de transformación de un objeto determinado en un producto determinado a través de una determinada actividad humana y utilizando determinados instrumentos de trabajo. El trabajo es la actividad creadora del hombre, el hombre trabajador se crea a sí mismo, se hace, se desarrolla, se potencia a sí mismo transformando la naturaleza, desarrolla su personalidad dominando la naturaleza mediante el trabajo. pone en cada producto algo de su ser, toda su energía, sus cualidades, su imaginación, su esfuerzo; en definitiva el producto del trabajador tiene rostro humano, la personalidad del trabajador queda inscrita en el producto. Esta actividad permite al ser humano producir sus medios de vida y lo diferencia del resto de los animales. El trabajo es siempre una tarea colectiva y organizada. ¿Qué ha sucedido a lo largo de la historia? Marx responde a esa pregunta diciendo que lo que tiene que servir para que el hombre se realice y se libere no cumple su fin. El trabajo se ha convertido en un poder extraño que convierte al hombre en una cosa más, como las máquinas o las mercancías. El trabajo se convierte en una simple mercancía con la que se comercia, en una cosa, y el propio trabajador es otra mercancía, una cosa que también se vende y se cambia; más aún es “la más miserable de las mercancías”.

Alienación

Para Marx quien hace la historia es el hombre, este intenta realizarse en su trabajo porque es la actividad creadora desde donde se crea y desarrolla su personalidad. El hombre pone en el trabajo parte de su ser, pero esto no está pasando y es por ello que se da la alienación, porque en vez de realizarse se convierte en una cosa más, en mercancía, ya que se vende su trabajo en el sistema de producción capitalista. El trabajo se convierte únicamente en una manera de poder ser cambiado por un salario para poder subsistir. Esta alienación básica, que es la económica, lo lleva a otro tipo de alienación que son la religiosa, política y social. Las cinco perspectivas diferentes de alienación que Marx ve son:

• Con respecto al producto de trabajo, porque no tiene el control de lo que produce.
• Con respecto a la naturaleza.
• Con respecto a su propia actividad, porque ya no le interesa más allá de por qué es su única forma de subsistencia.
• Con respecto a la alienación de sí mismo, porque ya es solo un trabajador.
• Con respecto a otros hombres que tienen su control.

Capital

La forma inicial del capital es una masa de dinero cuya utilización en el proceso productivo capitalista permite a su dueño obtener una cantidad mayor que la inicial. Una vez que posee capital constante y variable, el capitalista puede organizar la producción de un determinado bien. Cuando todo el capital constante y variable adquirido haya sido gastado. En este sentido sostiene el marxismo que el capital es un valor que se valoriza.

Marx considera que el capital termina siendo una fuerza determinante en la sociedad cuando un grupo reducido de personas, los capitalistas, posean la mayor parte de los medios de producción, y un grupo mayoritario, el proletariado, reciba un salario mínimo como pago por la manipulación de los medios de producción. Debería llegar un momento en que, debido a la abundancia de la masa obrera y a la escasez de trabajo, éste fuera tan barato que los salarios ni siquiera cubrieran las necesidades alimenticias mínimas de los proletarios.

Imperativo Categórico

Kant divide los imperativos en hipotéticos y categóricos.
Los imperativos hipotéticos son propios de las éticas materiales, en estas éticas se determina
primero cuál es el bien supremo o fin último para el hombre (ejem: la felicidad en Aristóteles), para
después establecer unas normas o preceptos encaminados a alcanzarlos.
Los preceptos de estas éticas son hipotéticos y condicionales pues expresan las condiciones
necesarias para alcanzar el fin deseado. Equivale a “si quieres aprobar los exámenes, tienes que
estudiar”. Pero ¿qué pasa si uno dice “yo no tengo interés en aprobar”?. Este precepto ya no vale
para él, por tanto no es universal, no vale para todos los hombres y Kant pretende formular una ética
que sea de ámbito universal.
Kant considera que, frente a una ética material (Aristóteles) hay que proponer una ética
formal.

Libertad

La libertad es uno de los postulados de la razón práctica. Postulados son proposiciones que no
son evidentes y no pueden demostrarse, pero hay que admitirlos porque, si no, sería imposible
cualquier afirmación.
Según Kant, las realidades metafísicas (la libertad, la inmortalidad del alma y Dios) no son
evidentes, no pueden demostrarse, pero hay que admitirlas para que sea posible la moral.

Revolución Copernicana

Kant advierte que racionalistas y empiristas conciben el conocimiento como algo propio del
sujeto, del hombre que conoce, pero centran su atención en el objeto:

• La idea es el objeto de los racionalistas.
• La percepción sensible es el objeto de los empiristas.

Kant invierte completamente el problema; ahora la atención se centra sobre el sujeto
cognoscente, no sobre el objeto del conocimiento; el hombre, el yo personal que quiere conocer, va
a ocupar desde ahora el puesto central de la filosofía kantiana.