Transformaciones del Espíritu: Un Análisis del Superhombre de Nietzsche

TEXTO 9: NIETZSCHE, Así habló Zaratustra

Autor

Friedrich Nietzsche fue un filósofo alemán del siglo XIX. Es uno de los autores más importantes e influyentes de la filosofía contemporánea. Su pensamiento demoledor se caracteriza por llevar a cabo una profunda y radical crítica a la cultura occidental: la filosofía, la ciencia, la moral y la religión.

Ideas principales en orden de aparición

  1. Exposición inicial y metafórica de las tres transformaciones del espíritu.
  2. Primera transformación: el espíritu se convierte en camello.
  3. Segunda transformación: el espíritu se convierte en león y se enfrenta al dragón.
  4. Tercera transformación: el león se transforma en niño.

Explicación

Nietzsche es un filósofo que critica la religión y la moral tradicional. Según él, la moral judeocristiana ha creado un sistema de valores que ha creado un hombre débil y decadente. A esto se refiere Nietzsche cuando habla de una “moral de esclavos”, es decir, una moral “contra natura”, que odia la vida y empequeñece al hombre. Frente a esta moral, Nietzsche sitúa la moral de señores, de “los nobles”, la que destaca por encima de todo el amor a la vida, la fuerza del poder y el sentimiento de plenitud.

En este texto, Nietzsche nos expone sus transformaciones del espíritu. El espíritu que está buscando Nietzsche para el hombre es un espíritu libre, no subordinado a alguna forma de señorío sino a él mismo; pues él mismo debe ser señor de su “yo”. Tiene que pasar antes por un proceso que llama las tres transformaciones del espíritu para llegar a ese estado de vida.

En las primeras líneas del texto, Nietzsche expone la primera transformación que sufre el espíritu al convertirse en camello. El camello es el animal que transporta grandes cargas a través del desierto. Simboliza al hombre cristiano sumiso que acarrea el peso de los valores del rebaño y que se arrodilla ante la omnipotencia de Dios y las leyes morales. Luego, Nietzsche nos dice en el texto que el camello se transforma en león. El león simboliza la destrucción de los valores establecidos por la moral tradicional (el dragón) y con la negación de estos valores crea las condiciones para la producción del superhombre. Aquí es el hombre que lucha contra la moral y que, conociendo su autoalienación, crea su libertad en esta lucha contra los valores establecidos. El león, por último, se convierte en niño, que significa el hombre capaz de crear, de proyectar nuevos valores, esencia originaria y auténtica de la libertad. En esta última transformación surge el superhombre: un nuevo hombre consciente de la muerte de Dios, liberado del peso de la religión y capaz de valerse por sí mismo.

TEXTO 10: HANNAH ARENDT, Los orígenes del totalitarismo

Autora

Hannah Arendt destaca como una de las más influyentes pensadoras del siglo XX. Nacida en Alemania y posteriormente nacionalizada estadounidense, fue discípula del filósofo alemán Heidegger y realizó importantes contribuciones, especialmente en el ámbito de la filosofía política.

Ideas principales en orden de aparición

  1. En los regímenes totalitarios, se da un dominio total de los seres humanos mediante un proceso que sigue las siguientes etapas: muerte de la persona jurídica, asesinato de la persona moral y, por último, la destrucción de la individualidad.
  2. La destrucción de la individualidad conlleva la transformación de los individuos en “fantasmales marionetas de rostros humanos” que se comportan como el perro de los experimentos de Pavlov.
  3. Los hombres de las SS encargados de los campos de concentración no obran por puro sadismo, sino que saben que el sistema que logra destruir a sus víctimas de esta manera es incomparablemente el mejor para mantener esclavizado a todo un pueblo.

Explicación

En las primeras líneas del texto, Arendt hace referencia al proceso que siguen los regímenes totalitarios para alcanzar el dominio total sobre la persona. El primer paso consiste en matar a la persona jurídica, esto es, anular al individuo como ciudadano sujeto de derechos, situarlo fuera de la ley. Durante el período de entreguerras se privó a grandes grupos de población del “derecho a tener derechos”. Es importante destacar que este paso puede darse (y de hecho se dio) dentro de las democracias occidentales. Así, no es algo privativo del régimen totalitario, pero puede ser la antesala de su triunfo. En segundo lugar, hay que asesinar a la persona moral acabando con todo resto de solidaridad humana y lograr una sociedad en la que impere la complicidad organizada con la violencia. Este paso implica la creación de unas condiciones bajo las cuales la conciencia deja de ser la regla para medir nuestras actuaciones. Por último, se procede a destruir la individualidad: se produce la destrucción de la singularidad humana, la aniquilación de todo rastro de individualidad, la transformación de los individuos en “fantasmales marionetas de rostros humanos”, como dice Arendt en el texto.

Para la autora de este texto, el totalitarismo destruye al ser humano al hacer realidad en los campos de concentración la aparición de un tipo de mal que Arendt denomina “mal radical”. El horror no se encuentra en la ideología nazi o en un anhelo de poder extremo, sino en que un régimen político ha hecho posible que los individuos sean superfluos y, por lo tanto, sustituibles unos por otros. No podemos comprenderlo, pues se trata de un mal absoluto que escapa a los parámetros que utilizamos habitualmente para ello, cuando tratamos de buscarle explicación mediante motivaciones malignas, de odio o simplemente deseo de poder. No podemos entenderlo, pero lo que sí podemos hacer es ser conscientes de esas tendencias presentes en las sociedades de masas contemporáneas que pueden facilitar la aparición de ese mal absoluto.

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